Dialogues de vaincus: la prison de Clairvaux - Janvier-dcembre 1950

Título original:

Dialogues de vaincus: la prison de Clairvaux - Janvier-dcembre 1950

Contenido del libro:

No me dirás que te arrepientes.

No, no me arrepiento de nada. Me digo simplemente lo siguiente: tenía razón al criticar a los fugitivos, a los topos burgueses, a todos los que se escondían en casa cuando las cosas se ponían difíciles, y estoy satisfecho de no ser de su clase. Pero a un nivel superior, dije «no a la sociedad de los veinte años». ¿No habría sido el ideal de la firmeza, de la hombría misma, resistir resueltamente a los arrebatos de furia, entusiasmo y aversión que nos convertían en partidarios de una fe política?

Cousteau -Para eso sí que habría que ser un superhombre. No hay justicia. Y esta ausencia no se limita a nuestro caso. Nunca hay justicia. Nunca la ha habido. Nunca la habrá. Al menos en esta tierra. Y ya que no tenemos el infantilismo de caer en fábulas nazarenas sobre la justicia en el más allá, más vale que lo asumamos. La Ley y la Justicia son construcciones taphysicas. Si se disecciona un poco el sistema, siempre se vuelve a la vieja ley de la selva, es decir, el derecho del más fuerte. Eso es sólido. Una sociedad organizada elimina a sus enemigos. Los dueños de la tierra se comen su propio filete. La banda dominante aniquila a los individuos o grupos que la inquietan.