Desaparecidos en la Gran Guerra: 100 años en busca de la verdad

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Título original:

Reported Missing in the Great War: 100 Years of Searching for the Truth

Contenido del libro:

Del millón de militares británicos y del Imperio que murieron en combate.

Murieron a causa de heridas, enfermedades o lesiones.

O fueron dados por desaparecidos durante la Primera Guerra Mundial, más de medio millón no tienen tumba conocida. De ellos, casi 188.000 están enterrados de forma anónima en cementerios de la Comisión de Fosas de Guerra de la Commonwealth, con una lápida con el epitafio "Known Unto God" (Conocido por Dios). Los restos de otras 339.000 personas yacen esparcidos por los campos de batalla de los tiempos de guerra, enterrados en tumbas señalizadas que posteriormente fueron borradas a medida que las líneas del frente avanzaban y retrocedían, o destruidas para siempre en la carnicería que la guerra mecanizada provocó en el cuerpo humano.

A las familias de los desaparecidos podían esperarles meses de angustiosa incertidumbre, mientras se buscaba la suerte exacta de sus seres queridos. A veces circulaban rumores de que un individuo se estaba recuperando de las heridas en un hospital, sin poder contactar con su familia, o que había sido hecho prisionero por el enemigo, lo que provocaba una mezcla tóxica de esperanza, teñida de ansiedad y luego desvanecida por la desesperación de la confirmación de la muerte.

Este libro traza la historia de los servicios de búsqueda que se crearon para ayudar a las familias a obtener noticias definitivas de sus seres queridos desaparecidos. A continuación, utilizando material inédito, en su mayor parte conservado con esmero en archivos familiares durante más de un siglo, se relatan las vidas de ocho soldados, cuyas familias no tenían ningún lugar de descanso conocido que visitar tras la conclusión de la guerra. Estos jóvenes, con vidas llenas de promesas, desaparecieron de la faz de la tierra. Se describen las circunstancias de sus muertes y los minuciosos esfuerzos realizados, tanto por familiares como por organizaciones públicas y voluntarias, para reconstruir la información que se pudo encontrar. Se examina la aceptación final de la realidad de la muerte y la necesidad de conmemorar adecuadamente las vidas de aquellos que no tendrían una tumba señalada. En el caso de tres de los ocho hombres, los recientes descubrimientos han permitido que, más de un siglo después de que se les diera por desaparecidos, sus restos hayan sido identificados y hayan permitido a las familias cierto grado de cierre.