Demasiado inteligente: cómo el capitalismo digital extrae datos, controla nuestras vidas y se apodera del mundo

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Título original:

Too Smart: How Digital Capitalism Is Extracting Data, Controlling Our Lives, and Taking Ove R the World

Contenido del libro:

¿Quién se beneficia de la tecnología inteligente? ¿A los intereses de quién servimos cuando cambiamos nuestros datos personales por comodidad y conectividad?

La tecnología inteligente está en todas partes: paraguas inteligentes que se iluminan cuando hay previsión de lluvia; coches inteligentes que liberan a los conductores de la pesadez de conducir; cepillos de dientes inteligentes que envían los detalles de la higiene dental a la nube. Nada está a salvo de la "smartización". En Demasiado inteligente, Jathan Sadowski analiza la proliferación de objetos inteligentes en nuestras vidas y se pregunta si merece la pena el intercambio de datos personales por comodidad y conectividad. ¿A quién beneficia la tecnología inteligente?

Sadowski explica cómo los datos, antaño competencia de investigadores y políticos, se han convertido en una forma de capital. La tecnología inteligente, argumenta, está impulsada por el doble imperativo del capitalismo digital: extraer datos de todo y de todos y ampliar el control sobre todo y sobre todos. Analiza tres ámbitos colonizados por los sistemas de recopilación y control de las tecnologías inteligentes: el yo inteligente, el hogar inteligente y la ciudad inteligente. El yo inteligente va más allá del autocontrol de los pasos dados y las calorías quemadas; plantea cuestiones sobre lo que otros hacen con nuestros datos y cómo dirigen nuestro comportamiento, queramos o no. El hogar inteligente recopila datos sobre nuestros hábitos que ofrecen a las empresas una ventana a nuestros espacios domésticos. Y la ciudad inteligente, donde estos sistemas tienen espacio para crecer, ofrece a las autoridades locales capacidades de vigilancia de grado militar.

La tecnología se vuelve inteligente a partir de nuestros datos. Puede que disfrutemos de las comodidades que obtenemos a cambio (el frigorífico nos dice que nos hemos quedado sin leche), pero, según Sadowski, la tecnología inteligente favorece los intereses del poder tecnocrático corporativo, y seguirá haciéndolo a menos que exijamos la supervisión y la propiedad de nuestros datos.