Del caballete al edificio: Intersecciones en los principios y la práctica de C.R. Mackintosh y Henry van de Velde

Título original:

Easel to Edifice: Intersections in the Principles and Practice of C.R. Mackintosh and Henry van de Velde

Contenido del libro:

Los maestros del Art Nouveau Charles Rennie Mackintosh y Henry van de Velde compartían un rasgo común poco común entre las figuras creativas que desempeñaron papeles centrales en ese movimiento de diseño de principios de siglo. Ambos comenzaron sus carreras con el objetivo de dedicarse a la creación artística de caballete, pero finalmente reorientaron sus energías hacia los ámbitos principalmente funcionales de la arquitectura y las artes aplicadas. Este cambio profesional es especialmente digno de mención dados los contrastes entre el escocés Mackintosh y el belga van de Velde, en personalidad, en condicionamientos culturales y en la propia naturaleza de su producción Art Nouveau.

Se pueden señalar otras similitudes entre los dos innovadores. Por un lado, aunque ambos se sentían más cómodos con la meticulosa precisión de la artesanía, al mismo tiempo se sentían atraídos por las ventajas de la fabricación industrial, la velocidad, el gran volumen y la uniformidad de los productos, una atracción compartida por la producción industrial alimentada por los respectivos entornos en los que pasaron sus años de juventud. A mediados del siglo XIX, Glasgow, la ciudad natal de Mackintosh, había adquirido fama mundial por su sector de la construcción naval, gracias sobre todo a los avances técnicos realizados en las fábricas que rodeaban la ciudad. Bélgica, por su parte, dejó su impronta industrial en el continente europeo gracias a la fabricación de trenes de alta velocidad. Van de Velde, aunque creció en Amberes, meca del textil artesanal, aprovechó las ventajas que la sofisticación industrial de Bélgica ofrecía a su empresa de diseño de Bruselas.

Por otra parte, ambos maestros encontraron mayor aprecio por sus innovadores esfuerzos en suelo extranjero que en sus países de origen. Mackintosh, en concierto con Margaret Macdonald, floreció en Viena, donde las Estancias Escocesas de la pareja, presentadas en la Octava Exposición de la Secesión (1902), generaron entusiasmo tanto en el público como en los círculos críticos. Los éxitos continentales de Van de Velde fueron mayores. En 1896, sus interiores desempeñaron un papel importante en la Maison Art Nouveau de Siegfried Bing, mientras que, en la primera década del siglo XX, recibió múltiples encargos comerciales en Berlín. El respeto generado por los impresionantes interiores que realizó en esa metrópoli le valió la dirección de la Weimar Kunstgewerbeschule y, en 1908, una invitación para formar parte de la DeutscherWerkbund.

Sin embargo, las trayectorias profesionales de Mackintosh y van de Velde se separan por una divergencia vinculada a la aparición de la mujer como fuerza creativa en el diseño. En este caso, la puesta en común de las habilidades de Mackintosh y Macdonald en la realización de grandes encargos, sumada a la libertad dada a la pareja por Catherine Cranston en el equipamiento de sus salones de té de Glasgow, no encuentra paralelo en la trayectoria profesional de van de Velde. El gran impacto del criterio estilístico femenino en el cosmos del diseño actual se debe, en gran parte, a estas escocesas.