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From Palaces to Pre-fabs: Pioneering Women Interior Decorators and Designers
Aunque el modo en que amueblamos nuestros hogares a finales del siglo XX estuvo influido en gran medida por dos hombres -Terence Conran, de Habitat, e Ingvar Kamprad, de IKEA-, varias mujeres intentaron, a su manera, influir en nuestro gusto a la hora de vivir. Las primeras fueron las mujeres victorianas y eduardianas, a menudo asociadas al movimiento sufragista, que diseñaban y vendían muebles.
Después de la Primera Guerra Mundial, les siguieron otras que también rompían el rango social: las azafatas de sociedad, sin ninguna formación pero llenas de confianza, que al ver admirados sus propios «interiores» vieron una forma de complementar sus ingresos imponiendo sus gustos a los demás. Mientras tanto, unas cuantas mujeres hacían proselitismo de sus inquietudes por los productos bien elaborados y diseñados, a través de puntos de venta al por menor que iban desde pequeñas tiendas financieramente precarias, hasta dirigir parte de la prestigiosa tienda Heals. En tiempos de guerra surgió un grupo mucho más profesional, el de los «hacedores», aquellos que se las ingeniaban para «hacerlo ellos mismos».
Además, había un puñado de diseñadores profesionales de muebles y otro pequeño grupo que se ocupaba de las necesidades de diseño de las masas y no de los más acomodados. De los palacios a las prefabricadas se propone restaurar la reputación de estas mujeres que trabajaban en el mundo del diseño de interiores, dominado en gran medida por los hombres.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)