Datos ocultos: El ojo ciego de la ciencia

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 2 votos.

Título original:

Hidden Data: The Blind Eye of Science

Contenido del libro:

Una historia de mala conducta científica contada por un profesor de radiología de la Facultad de Medicina de New Jersey, en Newark (Nueva Jersey), que la presenció y luego intentó que las autoridades se ocuparan de ella, fracasando en cada paso del camino. En primer lugar, el Comité de Integridad de la Investigación del campus universitario dictaminó que no había pruebas suficientes, a pesar de los testimonios de dos testigos presenciales de un comportamiento muy sospechoso. A continuación, la Oficina de Integridad de la Investigación (ORI) del Servicio de Salud Pública de EE.UU. apoyó a la Universidad a pesar de haber descubierto pruebas estadísticas de manipulación de datos. A instancias de la ORI, volvió a intentar convencer a la Universidad y fracasó de nuevo. Presentó una demanda qui tam, en la que representaba al gobierno federal acusándolo de haber sido defraudado. También fracasó. El juez no entendía la ciencia. El Tribunal de Apelación estuvo de acuerdo, pero uno de los jueces llegó a admitir que sólo eran jueces y que ella misma no había recibido un curso de ciencias en su vida. La pérdida fue costosa -más de 200.000 dólares-, pero durante el proceso de descubrimiento, el denunciante obtuvo escaneos de todos los experimentos relevantes realizados en el laboratorio durante un periodo de ocho años que abarcaba los cuatro años de permanencia del profesor investigador sospechoso y numerosos controles honestos. Otros intentos de enfrentarse a la Universidad y a la ORI fueron rechazados y no se consiguió llamar la atención de las revistas que habían publicado los datos cuestionables.

En total, ocho publicaciones y al menos dos solicitudes de subvención financiadas por el Servicio de Salud Pública de EE.UU. por valor de varios millones de dólares están respaldadas por los datos tan cuestionables que se analizan en este libro.

El libro demuestra la reticencia de las autoridades implicadas a la hora de abordar eficazmente la mala conducta científica. Entre ellas se encuentran la Universidad y su designado Comité del Campus para la Integridad de la Investigación, la ORI, los tribunales y los editores de revistas científicas. El miedo a las demandas judiciales y a la pérdida de financiación supera cualquier obligación de aclarar los hechos científicos. Este libro es una llamada de atención a la ciencia y al público para que controlen los registros y exijan la verdad.