El filólogo y literato Eduar Wechssler (1869 - 1949) en el prólogo de la presente obra: «El Minnesang, que primero interpretaron los trovadores provenzales y luego, siguiendo su ejemplo. franceses y alemanes del norte, italianos y portugueses lo interpretaron en sus lenguas nacionales, fue en el sentido más elevado a la vez el producto y el portador de una nueva cultura.
Estos artistas de las artes mostraron el camino que conducía de la esclavitud medieval a la autoliberación del hombre moderno, que se realizó por primera vez en Italia y recibió el nombre de Renacimiento. Estos poetas líricos proclamaron en la autoconfesión y la doctrina una cosmovisión orientada hacia este mundo, eudemonista y predominantemente estética. No es casualidad que esta ilustración ética surgiera del mismo suelo que el movimiento de reforma cristiana de los albigenses y valdesianos.
Al igual que estos últimos, se oponía frontalmente al valor que la Iglesia otorgaba a la vida. Pero como los poderes intelectuales de la época, la Iglesia, el Estado feudal y la caballería, también habían creado las condiciones de existencia y los medios de educación para esta nueva cultura, aquellos representantes de la nueva formación de la humanidad recibieron necesariamente las formas de sus opiniones y pensamiento de la cultura más antigua, que ellos mismos ya habían empezado a superar.» Reimpresión de la edición original de 1909.
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