Darwinismo, dogma y evolución cultural

Opiniones de los lectores

El libro de Hallpike pone en tela de juicio las teorías convencionales sobre la evolución cultural al desmentir ideas erróneas relacionadas con conceptos biológicos. El autor presenta sus propias ideas de forma clara y atractiva, haciendo hincapié en un enfoque sistémico de la cultura, y anima a los lectores a comprometerse activamente con el material.

El libro es atractivo y evita ser árido y académico. Contiene citas interesantes y refranes enjundiosos, y la formación antropológica de Hallpike proporciona argumentos bien fundamentados. La sencillez y brevedad hacen que las ideas complejas sean fácilmente accesibles.

Con sólo 200 páginas, algunos lectores pueden encontrarlo demasiado corto para una exploración en profundidad. Es posible que el libro no resulte atractivo para quienes prefieran las narraciones tradicionales o los debates más extensos sobre las culturas antiguas.

(basado en 1 opiniones de lectores)

Título original:

Darwinism, Dogma, and Cultural Evolution

Contenido del libro:

La filosofía neodarwinista afirma que la variación aleatoria y la selección natural son suficientes para explicar la aparición del orden en todo el mundo, incluida la evolución de la cultura humana. Como un jarrón griego, el darwinismo universal, como se le ha dado en llamar, se presenta como un modelo de belleza y elegancia que no necesita mejoras, pero la belleza y la elegancia no sustituyen a los hechos ni a los argumentos racionales. Así pues, no se trata de ciencia, sino de un dogma basado en la fe y en el afán de simplicidad que intenta persuadir mediante una distorsión sistemática de los hechos.

Las sociedades no son meras poblaciones de rasgos o memes, sino sistemas organizados, y el problema básico consiste en comprender cómo estos sistemas pueden evolucionar hacia niveles superiores de complejidad. Pero la noción de variación aleatoria no puede decirnos nada sobre las fuentes del cambio cultural, y puesto que los seres humanos, a diferencia de las células o los genes, tienen conciencia y libre albedrío, no es la selección natural sino la humana la que explica las características adaptativas de las creencias e instituciones humanas. Sin embargo, los poderes de la selección humana tienen sus límites, porque las sociedades tienen sus propias formas de autoorganización que no sólo pueden conducir a una mayor complejidad, sino también a la desintegración y el desorden, a la supervivencia de los mediocres en lugar de los más aptos.

El Dr. C. R. Hallpike es un antropólogo que comenzó su carrera trabajando sobre el terreno con los konso de Etiopía y las tribus tauade de Papúa Nueva Guinea. Ha escrito mucho sobre diversos temas, como el relativismo cultural, la evolución social, el pensamiento primitivo, la naturaleza de la religión, la guerra, el desarrollo moral y los orígenes de la ciencia moderna.