Cultivar la conciencia: Cómo las buenas leyes hacen buenas personas

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Título original:

Cultivating Conscience: How Good Laws Make Good People

Contenido del libro:

Cómo la ciencia del comportamiento altruista puede promover la ley, el orden y la prosperidad.

La legislación y las políticas públicas contemporáneas suelen tratar a los seres humanos como criaturas egoístas que sólo responden a castigos y recompensas. Sin embargo, todos los días nos comportamos de forma altruista: pocos asaltamos a los ancianos o robamos el periódico del jardín de nuestro vecino, y muchos nos desvivimos por ayudar a extraños. Sin embargo, pasamos por alto nuestro propio buen comportamiento y nos fijamos en las cosas malas que hace la gente y en cómo podemos detenerlas. En este libro pionero, la aclamada jurista y economista Lynn Stout sostiene que este enfoque descuida el papel crucial que nuestros mejores impulsos podrían desempeñar en la sociedad. En lugar de apoyarnos en el poder de la codicia para moldear las leyes y el comportamiento humano, Stout sostiene que deberíamos confiar en la fuerza de la conciencia.

Stout argumenta de forma convincente que la conciencia no es un fenómeno raro ni estrafalario, sino una fuerza vital entretejida en nuestra vida cotidiana. Basándose en la psicología social, la economía conductual y la biología evolutiva, Stout demuestra cómo las señales sociales -instrucciones de las autoridades, ideas sobre el egoísmo y la falta de egoísmo de los demás, y creencias sobre los beneficios para los demás- desempeñan un poderoso papel a la hora de desencadenar un comportamiento altruista. Stout ilustra cómo nuestro sistema legal puede utilizar estas señales sociales para elaborar mejores leyes que fomenten un comportamiento más altruista y ético en muchos ámbitos, como la política y los negocios. Stout también muestra cómo nuestro énfasis actual en el interés propio y los incentivos puede haber contribuido a los catastróficos errores políticos y escándalos financieros de los últimos tiempos, al fomentar acciones corruptas y egoístas y socavar la brújula moral colectiva de la sociedad.

Este libro demuestra que, si queremos leyes eficaces y una sociedad civilizada, el poder de la conciencia es demasiado importante como para ignorarlo.