Culpar a los pobres: la larga sombra del Informe Moynihan sobre imágenes crueles de la pobreza

Título original:

Blaming the Poor: The Long Shadow of the Moynihan Report on Cruel Images about Poverty

Contenido del libro:

En 1965, el difunto senador Daniel Patrick Moynihan -entonces alto funcionario del Departamento de Trabajo- desató una tormenta cuando publicó su informe "La familia negra", que llegó a ser considerado por partidarios y detractores como una acusación contra la cultura afroamericana. Culpando a los pobres examina el impacto lamentablemente duradero del Informe Moynihan sobre las relaciones raciales y la política social en Estados Unidos, cuestionando la imagen humillante que el informe proyectaba sobre las familias negras pobres y su engañosa explicación de las causas de la pobreza.

Destacada autoridad en pobreza y racismo en Estados Unidos, Susan D. Greenbaum desmonta la tesis principal de Moynihan: que la llamada estructura matriarcal de la familia afroamericana "feminizaba" a los hombres negros, convirtiéndolos en trabajadores inadecuados y padres ausentes, y dando lugar a lo que él denominaba una maraña de patologías que conducían a una serie de males, desde el embarazo adolescente a la delincuencia adulta. Basándose en una amplia bibliografía, Greenbaum pone de relieve los fallos del análisis de Moynihan.

Revela cómo sus cuestionables ideas se han utilizado para desviar la culpa de las escuelas deficientes, los bajos salarios y la escasez de empleo de las fuerzas sociales que causan estos problemas, al tiempo que refuerzan los estereotipos sobre los afroamericanos. Greenbaum también critica cuestiones políticas actuales directamente afectadas por la maraña de la mentalidad patológica: la demonización y destrucción de la vivienda pública; la criminalización de la juventud negra; y la continua humillación de los pobres por parte de empresarios que se enriquecen asesorando a profesores, organizaciones sin ánimo de lucro y personal de los servicios sociales.

Medio siglo después, la tesis de Moynihan sigue siendo para muchos una cómoda justificación de las medidas punitivas y la mezquina indiferencia hacia los pobres. Culpando a los pobres echa por tierra esta infame tesis, proponiendo en su lugar políticas más productivas y humanas para abordar los enormes problemas a los que nos enfrentamos hoy en día.