Cuentos de viejas: Cuentos para dormir que nunca te contó la abuela

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Título original:

Old Wives' Tales: Bedtime Stories Grandma Never Told You

Contenido del libro:

Charlotte se pregunta si la imagen de anciana satisfecha con la que se siente cómoda se parece menos a la tía Bea de Opie Taylor y más al ídolo de su abuela, Mae West. Charlotte empieza a explorar el pasado sexual de mujeres en las que casi nadie repara: muñecas cargadas con bolsas de la compra acurrucadas en la parte de atrás del autobús, abuelitas encorvadas buscando a tientas sus chequeras en la cola del supermercado, barricadas sin rostro entre las multitudes que pasan apresuradas. ¿Podrían estas almas invisibles haber sido alguna vez reinas de la belleza, modelos, prostitutas que entretenían a famosos en áticos? ¿Tal vez incluso caramelos de la mafia, lesbianas en el armario o expertas en sadomasoquismo? ¿Y qué ven cuando se apagan las luces por la noche? ¿Están sus habitaciones llenas de visiones de amantes perdidos, encuentros que estremecen el corazón y placeres pervertidos que nadie sospecharía que han conocido viendo sus jorobas y varices?

Al revelar secretos de su juventud, sus historias traspasan el velo de silencio que la sociedad impone a las mujeres que superan su plenitud sexual. Las preguntas de Charlotte desvelan reminiscencias picantes que en nuestra cultura no se relacionan con la tercera edad. En un entorno en el que el sexo explícito y subido de tono se nos abofetea en la cara cien veces al día a través de la publicidad, la exhibición de productos y el entretenimiento, las identidades sexuales de estas mujeres se ven ensombrecidas por el anonimato.

El erotismo y la pasión romántica arden en las cenizas de la vejez hasta que el último destello de la llama muere finalmente con la demencia o la muerte. Las historias de intercambio de esposas, prostitución, violación, cama sucia, arrepentimiento conmovedor y felicidad conyugal nos animan a todos los que aún no hemos cruzado ese umbral a levantar la vista de la rutina diaria y percibir el aroma de la aventura. Nos instan a lanzarnos desde el borde de nuestras vidas de nueve a cinco y arriesgarnos a la emoción de la intriga sexual antes de que nuestras camas se enfríen y las tempestades carnales sólo nos visiten en sueños.