Cuando los ángeles se sentaron

Título original:

When Angels Sat Down

Contenido del libro:

El tema de Cuando los ángeles se sentaron está tomado del día 61 de Huellas en la nieve. Ese artículo se centra en dos pasajes. El primero está en Mateo 28: "Un ángel del Señor descendió del cielo, vino, removió la piedra de la puerta y se sentó sobre ella" (v. 2). El segundo está en Juan 20: "Y vio (María) a dos ángeles vestidos de blanco, sentados el uno a la cabecera y el otro a los pies, donde yacía el cuerpo de Jesús" (v. 12). Los ángeles estuvieron presentes en el nacimiento de Jesús. Le sirvieron después de enfrentarse a Satanás en el desierto y en el huerto de Getsemaní. Antes de ir a la cruz, Cristo dijo que podía llamar a más de doce legiones de ángeles (Mateo 26:53). Pero la obra de salvación del Señor en el Calvario fue enteramente Suya: los ángeles sólo pudieron contemplar asombrados cómo el Señor de la vida sacrificaba Su vida por nuestra redención.

Los ángeles, sin embargo, estuvieron presentes para anunciar Su resurrección. Y es en la resurrección donde los vemos hacer algo para lo que no fueron creados. Se sentaron. Los ángeles son los ministros de Dios y realizan constantemente actividades sagradas. Por eso, verlos sentados es muy interesante. En los sencillos actos de sentarse sobre la piedra que fue removida y en el lugar donde Jesús había sido depositado en la tumba, tenemos vívidos recordatorios de la obra terminada de Cristo y de la gloria de su resurrección.

Esta serie de libros fue escrita para ser leída día a día o simplemente abierta en cualquier página para encontrar una reflexión autocontenida sobre un pasaje bíblico. La intención es que estas pequeñas lecturas estimulen la lectura diaria de la Biblia y animen a profundizar en su estudio. Las lecturas que aparecen los domingos hacen especial referencia a la adoración del Señor a la luz de Su petición de que recordemos Su muerte (véase Lucas 22:19-20 y 1 Corintios 11:23-26). De Hechos 20:7 se desprende que fue una práctica que adoptó la Iglesia primitiva. Desde este lugar de culto, creo que entramos cada nueva semana en discipulado y servicio. Al recordar el amor de Cristo por nosotros, nos sentimos inspirados a servirle a Él y a los demás con amor.

Espero que Cuando los ángeles se sentaron anime a sus lectores, como a los ángeles, a detenerse y reflexionar sobre el poder y la majestad de la Persona y la obra de Jesús.