Cuando las novelas eran libros

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Título original:

When Novels Were Books

Contenido del libro:

Un estudioso de la literatura explica cómo las novelas del siglo XVIII se fabricaban, vendían, compraban, poseían, coleccionaban y leían junto con textos religiosos protestantes. Cuando la novela se convirtió en un género maduro, tuvo que distinguirse de estos libros de aspecto similar y convertirse en lo que ahora llamamos «literatura».

Los estudiosos de la literatura han explicado el surgimiento de la novela anglófona utilizando diversas herramientas, desde las teorías de Ian Watt hasta las invenciones de James Watt. En contra de las narrativas establecidas, When Novels Were Books revela que el género amado por tantos lectores de hoy no nació laico, nacional, de clase media ni femenino.

Durante los tres primeros siglos de su historia, las novelas llegaron a manos de los lectores principalmente como hojas impresas ordenadas en un códice encuadernado por un borde entre cartones o envoltorios de papel. En consecuencia, compartían algunas características formales de otros códices, como los almanaques y los libros religiosos protestantes producidos por los mismos impresores. A menudo se atribuye erróneamente a las novelas el desarrollo de un rasgo formal («carácter») que en realidad se incubó en los libros religiosos.

La novela no surgió de golpe: tuvo que diferenciarse de las mercancías con las que competía. Aunque estaba escrita para la lectura secuencial, la principal tecnología de difusión de la novela temprana era el códice, una plataforma diseñada para el acceso aleatorio. Esta peculiar circunstancia llevó al género a insistir en la lectura continua, de principio a fin, incluso cuando la "plataforma mediática" que utilizaba animaba a los lectores a entrar y salir a voluntad y leer de forma discontinua. Jordan Alexander Stein traza esta enmarañada historia, mostrando cómo el formato físico del libro dio forma a las historias que eran aptas para la imprenta.