Crooked River Rats - Las aventuras de Pioneer Riverman

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Título original:

Crooked River Rats - The Adventures of Pioneer Riverman

Contenido del libro:

Una historia de hombres que trabajaron los ríos de la Fosa de las Montañas Rocosas. Retroceda en la historia hasta la época en que los ribereños aún ejercían su oficio por los ríos del norte de Columbia Británica. Crooked River Rats cuenta las historias de hombres y mujeres que recorrían las carreteras fluviales viviendo y trabajando en la naturaleza salvaje. Generaciones de tramperos, cazadores, guías de caza mayor y buscadores de oro dependían de los barcos fluviales para abastecerse. Valiéndose de su fuerza bruta y su voluntad, estos pioneros fluviales soportaron muchas penurias mientras abrían la sabana del norte. Estas son sus historias. Hoy en día, cuando los automovilistas recorren la autopista John Hart en dirección norte desde Prince George, ven el río Crooked en el lado oeste de la carretera. Se trata de una corriente muy lenta, en su mayor parte poco profunda y a menudo muy estrecha. Sí, el río es poco imponente y tranquilo ahora, pero hace sólo cincuenta años este río era la única carretera hacia el norte y, como tal, bullía de actividad. Toda la carga que llegaba al norte se transportaba en largas barcas por los ríos Crooked, Pack, Parsnip, Finlay y Peace. Las décadas de 1920, 1930 y 1940 fueron el apogeo de los ribereños. Eran los años en que el precio de las pieles salvajes era alto. En los años 50, las carreteras ya llegaban a las cabeceras de los ríos Crooked y Pack, pero hacia el norte el país seguía siendo recorrido principalmente en barca hasta 1969, cuando se formó el lago Williston debido a la explotación hidráulica, cortando así el paso a los ríos.

Las comunidades y los puestos comerciales de McLeod Lake, Finlay Forks, Fort Graham y Fort Ware dependían de las carreteras fluviales para su existencia. Generaciones de tramperos, cazadores y guías de caza mayor, así como buscadores independientes, dependían de los barcos para abastecerse. En muchos casos, estas provisiones debían durar todo el invierno, ya que el transporte de mercancías era casi imposible durante la helada de noviembre a abril. El libro comienza con acontecimientos que tuvieron lugar antes de la llegada de la energía motorizada, cuando los viajes fluviales requerían simple fuerza bruta. Continúa con historias que tuvieron lugar en los años 20 y 30, cuando los motores fueraborda entraron en escena. Los tramperos y la industria de la caza con trampas fueron los que abrieron todo Canadá, y este libro sería negligente si estos hombres emprendedores no recibieran su merecido. He incluido comentarios sobre cómo era la vida de los hombres y mujeres que desafiaban los ríos y las dificultades de la vida salvaje del norte. Para ello, he incluido extractos de cartas y diarios de la época que describen las penurias a las que se enfrentaban estas personas, y que aceptaban como algo casi rutinario, en su vida diaria. Estos extractos se copiaron tal y como los escribieron los autores originales para que no se perdiera nada de su sabor. También hay historias reales sobre buscadores de oro, guías de caza mayor y misioneros que vivieron y prosperaron durante los años 40, 50 y 60.

El último capítulo de este libro describe el enorme impacto que la presa del río Peace, terminada en 1968, tuvo en la zona y sus gentes. Los hombres y mujeres que vivían y trabajaban en esta zona de la Fosa de las Montañas Rocosas, y en particular los propios ribereños, eran muy resistentes. Eran individualistas e ingeniosos en situaciones de emergencia y les encantaba vivir y trabajar en la naturaleza. Estas son sus historias.