Convocar la intimidad negra: Cristianismo, género y tradición en la Sudáfrica de principios del siglo XX

Título original:

Convening Black Intimacy: Christianity, Gender, and Tradition in Early Twentieth-Century South Africa

Contenido del libro:

Un estudio sin precedentes sobre cómo el cristianismo reconfiguró las ideas de los sudafricanos negros sobre el género, la sexualidad, el matrimonio y la familia durante la primera mitad del siglo XX.

Este libro demuestra que la principal fuerza afectiva en la construcción de la vida íntima moderna de los negros en la Sudáfrica de principios del siglo XX no fue la comúnmente citada afluencia de trabajadores inmigrantes, sino la propagación del cristianismo. A finales del siglo XIX y principios del XX, los conversos africanos desarrollaron una nueva concepción de la vida íntima que dio forma a las ideas sobre sexualidad, roles de género y moralidad.

Aunque la remodelación de la intimidad negra se produjo primero entre los africanos educados que aspiraban a un estatus de clase media, en la década de 1950 incluía a todos los cristianos negros, el 60% de la población negra sudafricana. A su vez, ciertas tradiciones y costumbres negras fueron fundamentales para la aceptación de la modernidad sexual, que cobró fuerza porque incluía prácticas como la lobola, en la que el novio demuestra su gratitud transfiriendo propiedades a la familia de la novia. Mientras que las formas de entender la intimidad de las que se nutrió el cristianismo gozaron de un amplio atractivo porque coincidían parcialmente con las formas tradicionales, otros individuos se sintieron atraídos por el modo en que las nuevas ideas rompían con la tradición. En cualquier caso, Natasha Erlank sostiene que lo que los sudafricanos negros consideran hoy tradición ha sido inequívocamente alterado por el cristianismo.

Al afirmar la influencia primordial del cristianismo en el desarrollo de las ideas sobre la familia, el género y el matrimonio en la Sudáfrica negra, Erlank desafía a los historiadores sociales que han atribuido el factor clave al sistema de mano de obra inmigrante. Erlank recurre a un amplio abanico de fuentes, como la literatura popular negra y la prensa negra, los archivos de las iglesias y misiones africanas y los registros de los tribunales de justicia sudafricanos, que, según ella, han sido infrautilizados en las historias de Sudáfrica. El libro atraerá sin duda a historiadores y otros estudiosos interesados en la historia del cristianismo africano, las familias africanas, la sexualidad y la historia social del derecho, especialmente el derecho colonial.