Consuming Pleasures: Audiencias activas y ficciones seriadas de Dickens a la telenovela

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Título original:

Consuming Pleasures: Active Audiences and Serial Fictions from Dickens to Soap Opera

Contenido del libro:

"Continuará..." Ya sea al final de El imperio contraataca o en un anuncio de televisión de coqueteo entre vecinos amantes del café, a los verdaderos aficionados les resulta imposible resistirse a estas palabras. Desde la década de 1830, cuando los Pickwick Papers de Charles Dickens atrajeron a un mercado masivo de ficción, el folletín ha sido un medio popular de captar a un público ávido.

En Consuming Pleasures, Jennifer Hayward establece la ficción por entregas como un género distinto, definido por las actividades de su público más que por las cualidades formales del texto. Desde las novelas por entregas, los misterios y la ficción detectivesca del siglo XIX hasta las series de televisión y cine, los cómics y los anuncios del siglo XX, los seriales están vagamente vinculados por lo que podríamos llamar, siguiendo a Wittgenstein, "parecidos de familia". Estos rasgos incluyen subtramas entrelazadas, diversos elencos de personajes, dramáticos giros argumentales, suspense y recursos narrativos como familiares desaparecidos y gemelos malvados.

Hayward elige cuatro textos -la novela de Dickens Nuestro amigo común (1864-65), el cómic de Milton Caniff Terry y los piratas (1934-46) y las telenovelas Todos mis hijos (1970-) y Una vida por vivir (1968-)- para representar la evolución de la ficción seriada como género y analizar la peculiar atracción que ejercen los seriales sobre su público.

Aunque el serial ha gozado de gran éxito en el mercado, los críticos literarios y sociales tradicionales han denunciado sus vínculos con la cultura de masas, alegando que se aprovecha de los aficionados pasivos. Pero Hayward sostiene que el público activo de los seriales ha desarrollado estrategias de consumo identificables, como la lectura colaborativa y los intentos de moldear el proceso de producción.