Como una casa vacía

Título original:

Like an Empty House

Contenido del libro:

El primer libro de Kristine Williams, Like an Empty House,examina lo cotidiano, aquellas cosas que a menudo pasamos por alto. A través de sus poemas, lo que otros dan por sentado se convierte en trascendente. Con un lenguaje vívido, táctil y a menudo visceral, su obra nos ofrece nuevas formas de experimentar un tacto familiar, lavar los platos, dar un paseo, y al hacerlo, nos muestra que las experiencias comunes pueden convertirse en una conexión con un mundo maravillosamente complejo.

Los poemas de Como una casa vacía exploran la crianza de los hijos hasta la edad adulta y, en última instancia, el dejarlos marchar. A través de la metáfora de hacerse un tatuaje con su hija, el lector no puede evitar reconocer que el dolor de hacerse un tatuaje es sólo una de las muchas heridas que experimentan las madres. Pasa fácilmente de arreglar coches en el garaje a arreglarse a sí misma tras la jubilación, de estar de pie en la nieve en chanclas mientras su perro explora en la oscuridad a estar de pie mientras su marido señala un pájaro azul oriental contra la nieve.

También es una historia de amor. Como una casa vacía comparte las historias de los que llevan mucho tiempo casados con una mirada aguda, con honestidad y franqueza, mostrándonos que, aunque sigue habiendo conflicto y resentimiento, también sigue habiendo descubrimiento, calor y pasión.

Los poemas de Williams, extraídos de su experiencia en un centro preescolar Montessori, encuentran sentido a la rutina de la siesta y exploran el impacto de la crisis de los opiáceos en las pequeñas ciudades del sureste de Ohio.

Williams nos introduce en el mundo natural que la rodea en su hogar de Athens (Ohio) y señala a los lectores los mirlos de un estanque o un camión que cambia de marcha en una carretera de los Apalaches. Nos invita a detenernos y a ver y escuchar con claridad aquellas cosas que podríamos sentirnos tentados a pasar deprisa. Las estrellas en lo alto se convierten en un lugar por el que pasear. Salir a la carretera con una papelera o pasear al perro se convierten en una meditación. Al examinar las minucias de lo cotidiano, amplía el mundo para que veamos nuestra humanidad, nuestra conexión, nuestra vulnerabilidad.

Al final, las historias de estos poemas llenan lo que podría haber sido una casa vacía de verdades a las que el lector no debería dar la espalda. Como una casa vacía nos invita a entrar y nos promete que no nos decepcionará.