Cómo ser perfecto

Opiniones de los lectores

El libro es una colección ilustrada de poemas de Ron Padgett que combina humor, profundidad y accesibilidad. Muchos lectores aprecian su enfoque reflexivo y caprichoso de la vida, lo que lo convierte en una lectura deliciosa. Sin embargo, algunos lo encuentran poco inspirador y critican una de sus sugerencias más violentas.

A los lectores les gusta el humor y el lenguaje accesible de los poemas, y comparan a Padgett con poetas consagrados como Billy Collins. Las ilustraciones del libro son elogiadas por realzar su humor. Se considera un gran regalo para los jóvenes y ofrece una mirada desenfadada pero profunda a la vida cotidiana.

Algunos reseñadores consideran que el libro es poco inspirador y critican el tratamiento que hace de temas serios, en particular una sugerencia violenta en un poema. Existen dudas sobre su importancia general y sobre si merece la pena publicarlo.

(basado en 22 opiniones de lectores)

Título original:

How to Be Perfect

Contenido del libro:

«Ron Padgett convierte el más callado y sensible de los sentimientos en una maravilla provocativamente persistente»--Robert Creeley.

Ron Padgett ha revitalizado la poesía moderna con exuberantes y tiernos poemas de amor, con elegías excepcionalmente lúcidas y conmovedoras, y con homenajes imaginativos y llenos de acción a la cultura y el arte visual norteamericanos. Ha rendido tributo a Woody Woodpecker y al Oeste, a amigos y colaboradores, al lenguaje y a las prímulas, a las mujeres hermosas y a la leche con chocolate, a los cuadros y a los delincuentes de poca monta. Sus poemas siempre han transmitido una alegría contagiosa.

En este nuevo poemario, Padgett no ha abandonado a su querido Woody Woodpecker, pero ha decidido hacer caso al canario y dar la voz de alarma. Aquí se pregunta: «¿Qué nos hace tan mezquinos? «Y realmente quiere saberlo. Incluso cuando estos poemas incitan y cuestionan, cuando llaman la atención sobre lo que se ha perdido y lo que aún podemos perder, siguen defendiendo lo que tiene sentido y lo que siempre ha merecido la pena salvar. «La humanidad», nos recuerda Padgett con generosidad (y delicadeza), todavía “tiene que ir paso a paso”.