Puntuación:
El libro es elogiado por su presentación motivadora y clara de los mensajes bíblicos, que anima a los lectores a centrarse en su salud espiritual y a tomar decisiones significativas en relación con su fe. Su enfoque práctico se considera eficaz para la evangelización.
Ventajas:⬤ Motiva a la salud espiritual
⬤ mensajes claros y persuasivos
⬤ anima a tomar decisiones rápidas con respecto a la salvación
⬤ fotografía de primer plano y comentarios eficaces.
Algunos pueden encontrar el contenido demasiado breve o simplista, ya que refuerza el conocimiento existente sin una exploración profunda.
(basado en 4 opiniones de lectores)
How to Be Saved and How to Be Lost: The Way of Salvation and the Way of Condemnation Made as Plain as Day [Updated and Annotated]
El propósito de este libro es hacer que el camino de la salvación sea tan claro como el día para hombres, mujeres y niños, con la expectativa de que muchos de los que lean el libro vean el camino, lo tomen, se salven de inmediato y obtengan la vida eterna. El libro sale al mundo con el mismo propósito con el que Jesucristo vino a él: para buscar y salvar lo que estaba perdido (Lucas 19:10 LBLA).
Jesucristo vino a salvar a los pecadores. ¿Quieres que Jesús se interese en ti y te salve? Entonces debes tomar tu lugar ante Él como un pecador - un pecador común, sin adornos, sin barnices, inexcusable y confeso. No un pecador respetable; no, no un pecador sofisticado o un pecador cultivado; no, no un pecador atractivo o un pecador amable; no, sólo un pecador sencillo, sin adornos - un pecador pobre, miserable, vil, culpable, sin valor, merecedor del infierno.
¿Sabías que hay más personas que se quedan fuera de la gracia salvadora de Jesucristo, del perdón, del cielo y de la vida eterna porque no quieren venir a Jesucristo como pecadores - pecadores simples, feos y miserables? Mucha más gente se queda fuera del cielo por el orgullo que les impide gritar Dios, sé propicio a mí, pecador que por la enormidad de sus pecados o por la terquedad de su infidelidad. Es tan cierto hoy como lo fue cuando Jesucristo lo dijo por primera vez a los moralistas de Su propio tiempo: Los publicanos y las rameras van al reino de Dios antes que vosotros (Mateo 21:31).
Jesucristo no sólo vino a salvar al pecador de la culpa de sus pecados y del castigo de sus pecados, sino también a salvarlo del poder del pecado. Jesucristo salva de la culpa del pecado y del castigo del pecado; salva de una conciencia culpable y del infierno, pero, gracias a Dios, eso no es todo; salva del poder del pecado. Él dice en Juan 8:34 (ASV), Todo aquel que comete pecado es siervo (esclavo) del pecado.Todos sabemos que esto es verdad. Cuántos de nosotros conocemos por amarga experiencia la esclavitud del pecado, la esclavitud de la embriaguez, la esclavitud de la lujuria, la esclavitud de la codicia del oro, la esclavitud del mal genio, la esclavitud de una lengua rebelde, la esclavitud de una disposición mezquina, o la esclavitud de pensamientos inmundos.
Sí, todos hemos sabido algo de la esclavitud del pecado, pero escuchen lo que dice Jesucristo: Si, pues, el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres (Juan 8:36 ASV). Jesucristo, el Hijo de Dios, el Salvador que murió en la cruz del Calvario para hacer posible el perdón, resucitó de entre los muertos y hoy es un Salvador vivo. Él tiene todo poder... en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18 LBLA), y por lo tanto es capaz de salvar hasta lo sumo, no sólo de lo sumo sino también hasta lo sumo, a todos los que se acercan a Dios por medio de Él (Hebreos 7:25); Él nos salva de toda esclavitud del pecado. Nos salva tanto del poder del pecado como de su culpa. Eso es lo que vino a hacer; eso es lo que hace.
- Reuben A. Torrey.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)