Cómo empezar cuando el mundo se acaba: Una guía espiritual para la alegría a pesar de todo

Título original:

How to Begin When Your World Is Ending: A Spiritual Field Guide to Joy Despite Everything

Contenido del libro:

Molly Baskette es testigo de los momentos más vulnerables, dolorosos, confusos y frágiles de la vida de las personas. Ha sido pastora de condenados por crímenes atroces, de personas con depresión resistente al tratamiento y trastorno de estrés postraumático, de personas que padecen trastornos alimentarios que no dan tregua, de supervivientes de abusos domésticos y sexuales, de personas que han perdido un embarazo o se han divorciado, de personas que huyen de la violencia en otro país y de personas que se declaran maricas ante unos padres fundamentalistas o que están discerniendo su verdadero género.

Pero cuando le diagnosticaron un cáncer agresivo a los treinta y nueve años, la idea que Baskette tenía de Dios cambió. La verdad es que ninguno de nosotros saldrá indemne de esta vida. El sufrimiento llegará.

Nuestra resistencia en la vida no sólo proviene del sufrimiento, sino de cómo le encontramos sentido a todo ello. Muchos de nosotros vemos la creencia en Dios y la religión, en general, como una forma de organizar las verdades religiosas que conocemos en un sistema cohesivo, un proyecto, para entender la fe y hacer frente a los desafíos del mundo real. Baskette, de forma ingeniosa y reflexiva, deja de lado ese modelo y nos pide que exploremos nuestros supuestos sobre nuestra fe, nuestra vida y nuestro propósito.

Spoiler: venció al cáncer. Pero eso no impidió que la vida siguiera sucediendo: hubo dificultades, un incendio en la iglesia y sufrimiento. Y Dios seguía ayudando a Baskette a darle sentido a todo.

Entretejiendo su experiencia con el cáncer y las historias de aquellos con los que se ha encontrado en su vida de fe, Baskette nos ayuda a apretar un pulgar contra el moratón de la realidad de que este dulce, duro y maravilloso bolo de ser humano llegará algún día a su fin y quizás antes de lo que esperamos. Al hacerlo, encuentra la esperanza, destierra el miedo y nos ayuda -y se ayuda a sí misma- a encontrar el camino de vuelta de la desesperación.