Cómo el fútbol (casi) volvió a casa: Aventuras en el Mundial de Putin

Opiniones de los lectores

Los lectores elogian el libro de Barney Ronay sobre la Copa del Mundo 2018 por su prosa humorística y perspicaz. El libro se describe como una lectura amena y rápida, que capta eficazmente el ambiente del torneo al tiempo que ofrece anécdotas personales y agudas observaciones. Los seguidores de las columnas de Ronay aprecian la continuación de su estilo único de escritura.

Prosa atractiva y humorística, observaciones perspicaces sobre la Copa Mundial, formato de fácil lectura, capta el espíritu del torneo, perfecto para los seguidores de la escritura de Barney Ronay.

Algunos lectores pueden encontrar que carece de profundidad o detalle más allá de la experiencia personal de Ronay, potencialmente menos atractivo para aquellos que no están familiarizados con su estilo.

(basado en 8 opiniones de lectores)

Título original:

How Football (Nearly) Came Home: Adventures in Putin's World Cup

Contenido del libro:

El verano de 2018: Inglaterra se sofocó en la ola de calor más sostenida de los últimos 42 años, el Gobierno se desgarró por acuerdos y no acuerdos, y a cientos de kilómetros de distancia, en un estado taciturno y extraño, la selección nacional de fútbol hizo lo impensable en el Mundial: no la cagó.

La selección inglesa que aterrizó en Rusia para disputar el Mundial 2018 era un conjunto de nuevo cuño: no había verdaderas estrellas, ni egos exagerados, ni gilipollas. Todavía conmocionada por la dolorosa eliminación ante Islandia en la Eurocopa de 2016, las expectativas estaban por los suelos. La fase de clasificación había sido sencilla, aunque no espectacular, y tanto los expertos como los aficionados se mostraban tibios ante las posibilidades del equipo. El mero hecho de evitar el bochorno habría contado como una especie de éxito. Con el inicio del torneo, una asombrosa puesta en escena de Putin y sus compinches de la FIFA, todos respiramos hondo y esperamos lo inevitable: ineptitud técnica y penaltis de mierda.

Qué equivocados estábamos. Durante las tres semanas siguientes, mientras en casa nos disolvíamos en el calor, nuestro equipo de fútbol nos dio razones para creer. Ganamos por los pelos a Túnez, aplastamos a Panamá y, con una gran derrota táctica ante Bélgica, abrimos el camino a la final. Todos nos compramos chalecos y elogiamos el talante tranquilo y paternal de Southgate. Todos nos enamoramos de «Slabhead», alias Harry Maguire. Y lo hicimos al son de «It's Coming Home».

Barney Ronay estuvo presente durante todo el torneo, recorriendo Rusia mientras seguía a la selección inglesa, y al resto, en su búsqueda de la gloria. Aquí recoge las imágenes y los sonidos, las vueltas y revueltas, la mala comida y el gran fútbol que contribuyeron a hacer de esta Copa Mundial una de las mejores de todos los tiempos.