Colonos

Título original:

Settlers

Contenido del libro:

Atravesando el territorio entre lo pastoral y lo elegíaco, Settlers, de F. Daniel Rzicznek, habita los lugares ocultos y salvajes del paisaje del Medio Oeste americano. La idea de «asentarse» -que un paisaje puede domesticarse, que una conciencia humana puede volver a caer en la inmovilidad- es una idea con la que estos poemas lidian y a la que se resisten, al tiempo que trazan los efectos catárticos del mundo natural en una imaginación colectiva herida por la locura de la era postindustrial y la multiplicación de la tragedia a través de la saturación de los medios de comunicación. Dentro del paisaje «asentado», queda claro que, de hecho, nada puede asentarse. El amor, la compasión, el perdón y la trascendencia resultan ser objetivos móviles, y Colonos ofrece un atisbo tras otro de un mundo inestable en movimiento arremolinado e hipnotizador. Donde el paisaje exterior del tiempo, la luz y el agua bordea el desierto interior del sueño, la visión y la oración, estos poemas salen a caminar con los pies en el pantano y el sombrero en las nubes infinitas, con la esperanza de encontrar qué significa exactamente ser humano en un mundo amenazado por los humanos, y todas las fascinantes y frustrantes complejidades que contiene.

Lo que dice la gente

«Leer Colonos, de F. Daniel Rzicznek, es como ponerse unas gafas de rayos X y ver de repente lo que nos rodea -el lago, la nieve, el suero de leche, el coche, el perro- bajo una luz radicalmente distinta. Al extender múltiples escalas temporales sobre el mismo lugar, ya sea un mundo imaginado sin seres humanos, un pasado de soldados de la Guerra Civil o los actos actuales de violencia armada, estos poemas amplían lo que es posible en la poesía de paisaje y ofrecen una postura ética profundamente sentida. «Cada lugar es un centro incesante...», escribe Rzicznek, y así la poesía, nos dice este espléndido libro, debe ser un incesante acto de inclusividad.» --Tung-Hui Hu

«Leer Colonos es una experiencia táctil, exuberante por el conocimiento preciso de la abundancia del mundo natural. Rzicznek evoca los misterios rurales y los residuos de los desastres, creando una sensación de déjà vu, de cosas cuidadosamente observadas hace mucho tiempo y luego olvidadas, ahora resucitadas en estos poemas. En «Casas, a la deriva», «Un hombre arranca / una carretilla del barullo fluido del río», una imagen que sugiere qué reliquias acechan bajo las superficies de esta colección: sorprendentes, maravillosas y, de hecho, inquietantes.» --Mary Quade