Treasure Chest
El conocimiento le había llegado hacía mucho tiempo. Estaba depositado en su mente, colocado con tanto cuidado como un águila coloca su huevo en un nido hecho de espinas y palos, pero forrado de pelusa, y la idea debe yacer oculta, pero debe permanecer tan viva como un polluelo dentro del huevo.
Laura sabía que llegaría el momento de abandonar el lugar donde había nacido, como el aguilucho abandona el nido, pero aún no era el momento. Había planes que hacer y cumpleaños que pasar. Ni siquiera las crías de aguilucho pueden volar hasta que les crecen las alas. Laura se había prometido a sí misma que tendría alas.
Los ángeles 734 y 942 podrían haberle dicho que tendría alas lo suficientemente fuertes como para llevar a muchos otros con ella mientras "levantaba el vuelo".
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)