Coaching para el desarrollo de discípulos: Formación cristiana para el siglo XXI

Título original:

Disciple Development Coaching: Christian Formation for the 21st Century

Contenido del libro:

Si usted está buscando un "programa en una caja/libro" para transformar sus programas de educación cristiana y discipulado a nivel congregacional, necesitará repensar sus presuposiciones a medida que lee y trabaja con las ideas de esta obra fundamental. Una mentalidad del siglo XX no le llevará muy lejos en el movimiento contemplado por Tidsworth y Harrison.

Se trata de una llamada urgente a la Iglesia para que se adapte a la naturaleza del mundo del siglo XXI del que formamos parte. Aunque sólo sea por eso, este libro es una lectura significativa. Los autores apoyan su análisis con claras ideas bíblicas y espirituales.

Los capítulos también proporcionan un buen trasfondo contemporáneo de otros que están escribiendo y pensando sobre el desarrollo de la iglesia.

La lectura de este libro ayudará al lector a ponerse al día sobre el liderazgo, la cultura de la iglesia, el cambio y el estado general de la iglesia de Dios en el siglo XXI. A nuestro alrededor oímos lamentos sobre cómo la iglesia ha perdido su lugar en el mundo.

El coaching para el desarrollo de discípulos es un movimiento altamente relacional que tiene el potencial de capacitar a todos los cristianos para encontrar su lugar en el mundo. También sitúa la responsabilidad de la misión de la iglesia en las manos, los corazones y las mentes de todos los discípulos. Los capítulos se exponen de forma muy lineal y lógica, a medida que los autores explican minuciosamente su propuesta.

Es una "lectura de trabajo". El lector debe situarse en el texto y avanzar por los ejercicios en el contexto de un manual de formación. Sin embargo, no se trata de un método ni de un programa.

Todo el fundamento es relacional, casi natural. Uno se pregunta por qué no nos dimos cuenta de esto hace mucho tiempo.

La relación entre el entrenador y el discípulo es un movimiento a través de la conversación, con un gran énfasis en escuchar y capacitar al discípulo para desarrollar competencias ya disponibles en su marco de referencia cristiano. El coach y el discípulo preguntan, escuchan, exploran, diseñan, se comprometen y apoyan en una experiencia compartida que tiene un movimiento natural de ida y vuelta. No hay principio ni fin; es un proceso relacional que forma parte de un modo de vida intencional a largo plazo.