Clean Living Movements: Ciclos americanos de reforma sanitaria

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Título original:

Clean Living Movements: American Cycles of Health Reform

Contenido del libro:

En los últimos 200 años, ha surgido un movimiento de reforma sanitaria cada 80 años aproximadamente. Estos ciclos de vida limpia surgieron con, o fueron tangenciales a, un despertar religioso.

Simultáneamente a estos despertares, grupos marginados como los inmigrantes y/o los jóvenes fueron vistos como portadores de comportamientos que socavaban la sociedad. El temor de la clase media a estas clases peligrosas y el deseo de eliminar las enfermedades, la delincuencia y otros problemas sanitarios o sociales que se percibían condujeron a cruzadas en cada una de las tres épocas reformistas contra el alcohol, el tabaco, las drogas, ciertos alimentos y los comportamientos sexuales. Algunos segmentos de la población empezaron a reaccionar contra los esfuerzos reformistas.

Tras la disipación de la fase de activismo, las leyes promulgadas durante la era de la reforma a menudo fueron ignoradas o derogadas. Salvo contadas excepciones, durante el reflujo de 30 a 40 años del ciclo, el recuerdo del movimiento desapareció de la conciencia pública. El deseo de mejorar la salud y las condiciones sociales también dio lugar a campañas a favor del ejercicio, las dietas semivegetarianas, los derechos de la mujer, la castidad y la eugenesia.

Engs describe la imbricación de la templanza, los derechos de la mujer o la religión con la mayoría de las cuestiones sanitarias. Surgieron facciones de religiones establecidas para luchar contra la inmoralidad percibida, mientras que se formaron religiones alternativas que adoptaron la reforma sanitaria como dogma. En la fase de reforma de cada ciclo, una nueva enfermedad infecciosa amenazaba a la población.

Se popularizaron algunas prácticas médicas alternativas que más tarde se incorporaron a la medicina ortodoxa y a la salud pública. Irónicamente, a lo largo de cada movimiento sucesivo, los reformistas se hicieron más proclives a representar creencias de base, o incluso a ser funcionarios estatales o federales, en lugar de activistas independientes.