Clayton's Quaker Cookbook: Un tratado práctico sobre el arte culinario adaptado a los gustos y necesidades de todas las clases.

Título original:

Clayton's Quaker Cookbook: A Practical Treatise on the Culinary Art Adapted to the Tastes and Wants of All Classes

Contenido del libro:

Se dice que uno de los escritores sagrados de la antigüedad dijo: "La producción de muchos libros no tiene fin". Esta observación se aplica, en gran medida, al número de obras publicadas sobre el importante tema de la cocina.

El dicho tan repetido, atribuido a los viejos marineros, de que el Señor envía las vituallas, y la parte contraria, los cocineros, es familiar a todos. A pesar del gran número y variedad de los llamados libros de cocina existentes, el autor de este tratado sobre el arte culinario, completamente impresionado con la creencia de que hay un amplio espacio para uno más de carácter totalmente práctico y de la vida cotidiana, de sentido común, en todos los sentidos adaptado a las necesidades de la comunidad en general, y buscando especialmente la preparación de alimentos saludables, sabrosos, apetitosos y nutritivos, tanto simples como elaboradamente compuestos, y en cuya preparación se utilice el mejor material y, al mismo tiempo, el más económico, se ha aventurado a presentar este nuevo candidato para la aprobación del público. La preparación de esta obra es el resultado de más de treinta años de experiencia personal y práctica.

El autor, sin dar nada por sentado, ha comprobado minuciosamente el valor y la total corrección de cada indicación que ha dado en estas páginas. A la vez que se han tenido en cuenta cuidadosamente los gustos de la mayoría, se ha excluido todo lo que tiene un carácter insalubre, nocivo o incluso dudoso, y todas las instrucciones se dan en el estilo más sencillo, para que sean fácilmente entendidas y plenamente comprendidas por todas las clases de ciudadanos.

Habiendo nacido y crecido el escritor en una granja, y siendo en su juventud de constitución delicada, en vez de unirse al duro trabajo del campo, permaneció en casa para ayudar y asistir a su madre en las labores culinarias del hogar. Fue en esta escuela casera, a su manera una de las mejores del mundo, donde adquirió no sólo un conocimiento práctico de lo que desea impartir plenamente a los demás, sino el gusto por la preparación, en sus formas más atractivas, de toda variedad de alimentos sabrosos y saludables.

Fue su formación temprana en esta escuela hogareña lo que le indujo a hacer de este importantísimo asunto un tema absorbente y el objeto de estudio de toda su vida. Su regla de gobierno en este departamento ha sido siempre el mandato establecido por el jefe de los Apóstoles: "Pruébalo todo, compruébalo todo y quédate con lo bueno".