Clásicos perennes: Plantación y cultivo de grandes jardines perennes

Título original:

Perennial Classics: Planting and Growing Great Perennial Gardens

Contenido del libro:

Un jardín nunca está acabado, simplemente evoluciona.

El problema de la jardinería (o lo más interesante de la jardinería) es que se trata de seres vivos. Obviamente, estos seres vivos no pueden comunicarse de la forma en que nosotros entendemos la comunicación, y no pueden huir o arrancarte la paleta de la mano cuando cavas demasiado cerca de sus raíces. Sin embargo, las plantas son seres vivos, lo que significa que tienen ciertos caprichos e ideas propias, y seguramente harán lo que quieran. Así que tenlo en cuenta cuando plantes lo que esperas que sea un arriate perfecto y luego todas las plantas se te queden mirando (metafóricamente hablando, claro).

Un jardín nunca está acabado: sigue evolucionando. Las plantas efímeras morirán y serán sustituidas, algunas se dividirán o cambiarán de lugar, aparecerán y desaparecerán nuevas plantas y modas, o te toparás con nuevas variedades que tendrás que probar. En cualquier caso, el jardín siempre cambia. Aunque hagas un bonito plan sobre el papel, no deja de ser un borrador. El jardín es la copia final.

... aunque, en realidad, nunca se puede decir que "el jardín es la copia final" porque el propio jardín también sigue evolucionando. Aunque nunca añadas nada más al jardín, las plantas seguirán creciendo y floreciendo (o muriendo), y algunas volverán a sembrarse con fuerza. Por supuesto, las malas hierbas harán su agosto, quieras o no. Así que, aunque no hagas nada más que mantener un jardín, éste seguirá cambiando, nunca será el mismo de un año para otro.

Además, las plantas perennes siempre se pueden cambiar. Si ves que no funcionan en un sitio, desentiérralas y trasládalas a otro. Divide algunas y compártelas con tu abuela o tus amigos jardineros.

Acabo de decir que "las plantas perennes son trasladables", pero como siempre, la regla tiene excepciones. A las plantas con largas raíces pivotantes, como la planta de gas (Dictamnus) y el añil (Baptisia), no les hace mucha gracia que las muevan y se lamentarán cuando las trasplantes. Sin embargo, en general, las plantas perennes soportan bien que las desentierres y las cambies de sitio. Las plantas suelen ser más resistentes de lo que uno cree. Y si mueren, pues consigue una más resistente.

Mi lema como horticultor era: "Si no quiere crecer, pues que se vaya a algún sitio y se marchite". No tenía tiempo para cuidar de mis plantas. Tenían que cuidarse solas. Te das cuenta muy rápido de qué plantas son resistentes y qué plantas son débiles. Afortunadamente, hay un montón de plantas muy buenas y fáciles de cultivar.