Puntuación:
Las reseñas destacan el libro como una importante exploración de la primitiva región fronteriza entre Estados Unidos y Canadá durante los periodos revolucionario y republicano temprano, centrándose especialmente en las complejidades de la ciudadanía y las prácticas comerciales influidas por los acontecimientos y las guerras internacionales.
Ventajas:El libro ha sido elogiado por su amenidad, concisión y enfoque directo. Ofrece una visión única de un aspecto de la historia estadounidense que a menudo se pasa por alto, en particular la dinámica fronteriza entre Estados Unidos y Canadá. Los críticos elogian la minuciosa investigación del autor y su compromiso tanto con figuras históricas bien conocidas como con relatos históricos menos conocidos.
Desventajas:Es posible que el contenido no resulte atractivo para todo el mundo, ya que su temática es específica y podría considerarse de nicho en comparación con temas históricos más ampliamente debatidos. Algunos lectores podrían encontrar menos interesante centrarse en acontecimientos y personajes concretos si están interesados en un ámbito más amplio de la historia de Estados Unidos.
(basado en 5 opiniones de lectores)
Citizens of Convenience: The Imperial Origins of American Nationhood on the U.S.-Canadian Border
Al igual que los barcos mercantes que enarbolaban pabellones de conveniencia para navegar por aguas extranjeras, los comerciantes de las tierras fronterizas del norte de la temprana república estadounidense aprovechaban las lagunas del Tratado Jay que les permitían eludir las normas fronterizas cambiando constantemente entre la nacionalidad británica y la estadounidense. En Citizens of Convenience, Lawrence Hatter muestra cómo esta práctica socavó la pretensión de nación de Estados Unidos y amenazó las aspiraciones imperiales transcontinentales de los políticos estadounidenses.
La frontera entre Estados Unidos y Canadá fue un lugar fundamental para la construcción de la nación y el imperio estadounidenses durante los primeros cuarenta años de la república. Hatter explica cómo la dificultad de distinguir a los ciudadanos estadounidenses de los súbditos británicos en la frontera supuso un reto importante para la pretensión fundacional de Estados Unidos de formar una nación separada y única.
Para establecer su autoridad tanto sobre sus propios nacionales como sobre un conjunto de no nacionales dentro de sus fronteras, los funcionarios de aduanas y territoriales estadounidenses tuvieron que adaptar las políticas a las necesidades locales y, al mismo tiempo, delimitar y validar la pertenencia a la comunidad nacional. Este tipo de diplomacia -que equilibra lo local con lo transnacional- ayudó a definir al pueblo estadounidense como una nación distinta dentro del mundo atlántico revolucionario y a delimitar el dominio imperial de Estados Unidos en Norteamérica.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)