Chocolates de Tánger: Memorias de arte y transformación de un niño sustituto del Holocausto

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Título original:

Chocolates from Tangier: A Holocaust Replacement Child's Memoir of Art and Transformation

Contenido del libro:

Una superviviente del Holocausto de segunda generación entreteje fragmentos de la historia de su familia y testimonios de testigos en una narración y un collage, utilizando su arte como transformación y recuerdo.

Durante cincuenta años, Jana Zimmer obedeció la directiva de su madre, hasta que ésta murió, dejando tras de sí un tesoro de fotos y documentos familiares, la mayoría en checo, con unas pocas notas crípticas a modo de explicación, para que su única hija tejiera el pasado familiar. Más tarde, Zimmer se convirtió en artista visual. Las palabras e imágenes de este libro reflejan su viaje para comprender a sus padres y sus experiencias en el Holocausto, filtradas a través de sus propios descubrimientos décadas después de regresar a su lugar de nacimiento, Praga, y a Terezn, donde su familia fue internada por primera vez.

Las exposiciones de las obras de Zimmer en 2007, tanto en Praga como en el Museo del Gueto de Terezn, se inspiraron principalmente en su hermanastra, Ritta, que pereció en Auschwitz antes de que Zimmer naciera, y en el dolor de su padre por esa pérdida. Los dibujos de Ritta realizados en Terezn, que ahora forman parte de la colección de obras de arte infantiles del gueto del Museo Judío de Praga, pueblan el libro de Zimmer, así como fotografías y recuerdos de repuesto que reflejan el mundo interior de Zimmer, el de una "niña sustituta del Holocausto".

En 2015, una exposición en Alemania permitió a Zimmer explorar su relación con las experiencias de su madre como superviviente de Terezn, Auschwitz y Mauthausen, y como trabajadora esclava judía en una fábrica de aviones nazi en Freiberg, Sajonia, en 1944. En ambas exposiciones, y ahora, al reunir la historia visual, las historias de sus vidas y su texto, la tarea de Zimmer ha sido lo aparentemente imposible: recordar donde nunca había estado, por sus padres, que sólo querían olvidar, y encontrar su lugar entre ellos.

El mundo nos ataca directamente, nos desgarra a través de la experiencia de los acontecimientos más increíbles, y nos ensambla y nos vuelve a ensamblar. El collage es el medio más apropiado para ilustrar esta realidad. --J. Kolř (checo, 1914-2002)