Chester Alan Arthur

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Contenido del libro:

El bon vivant de la Edad Dorada que se convirtió en el jefe ejecutivo más improbable de Estados Unidos, y que presidió una reforma radical del sistema que lo alimentó.

Chester Alan Arthur nunca soñó que un día llegaría a ser presidente de Estados Unidos. Abogado de éxito, Arthur había sido destituido como jefe de la Aduana del Puerto de Nueva York en 1877 en una lucha de poder entre las dos alas del Partido Republicano. Se convirtió en una celebridad hasta el punto de ser propuesto para vicepresidente en 1880, a pesar de no haberse presentado nunca a las elecciones.

Elegido junto a James A. Garfield, su vida se transformó a los cuatro meses de su mandato, cuando un asesino mató a Garfield, catapultando a Arthur a la presidencia. El asesino era un hombre trastornado que creía merecer un puesto federal gracias al cada vez más corrupto "sistema de botín". Para sorpresa de muchos, Arthur, beneficiario durante mucho tiempo de ese sistema, vio que había llegado el momento de la reforma. Su oportunidad llegó en el invierno de 1882-83, cuando impulsó la Ley Pendleton, que creaba una función pública profesional y ponía a Estados Unidos en la senda de mayores reformas en las décadas siguientes.

Puede que Chester Arthur haya caído en el olvido, pero Zachary Karabell muestra con elocuencia cómo este inesperado presidente, del que se esperaba muy poco, estuvo a la altura de las circunstancias cuando el destino le colocó en la Casa Blanca.

"Al explorar los paralelismos de la Edad Dorada con nuestro propio escenario político, Karabell hace un excelente trabajo al cimentar la relevancia del volumen para los lectores contemporáneos. "Publishers Weekly.