Checker Cab Murder Mystery

Contenido del libro:

The Checker Cab Murder Mystery.

Con Gwendoline LaRue.

Con Vincent James Gideon.

Libro 6 de la serie Whodunnit.

A veces se dice que la verdad es más extraña que la ficción y, de hecho, el extraño asesinato que tuvo lugar en Eagle Lake, Texas, el miércoles por la mañana, confirma en gran medida ese dicho.

Un hombre es encontrado muerto en el asiento trasero de un taxi Checker en una pequeña ciudad a sesenta millas al suroeste de Houston. Uno de los principales ciudadanos de la comunidad es acusado del asesinato. Se declara inocente, pero se niega a dar una coartada, ya que tendría repercusiones devastadoras para la mujer que ama, Patti Merritt. El caso cae en manos de un decidido abogado, Daniel McCormick, de Wharton, Texas, y de un intrépido detective, Vincent Gideon, para descubrir la verdad, revelando por el camino secretos largamente guardados.

Oh, tener las habilidades de los grandes detectives. Tener la mente y el ojo para las pistas iguales a los del famoso detective Vincent Gideon. Pregunte a este detective por qué el pasamanos de la escalera mecánica se mueve más despacio que la escalera, y le dará una respuesta. Pregúntele qué ocurre con todos los calcetines perdidos. O pregúntele quién mató a la víctima en el asiento trasero del Checker Cab. Dará respuestas al lector a lo largo del libro, pero no responderá quién es el asesino hasta el final.

Una semana antes del asesinato, nuestro asesino vio la última película de terror en el Rice Theater, en el centro de la ciudad. Pensó una y otra vez cómo cometería el asesinato. Elaboró una larga lista de ideas... arrojar el cuerpo por un acantilado, envenenarlo o degradar las pastillas de freno del hombre. También pensó dónde iba a esconder el cuerpo. Fue entonces cuando decidió matar a su víctima en el asiento trasero de un taxi y dejar que el taxista descubriera el cadáver más tarde, después de que él hubiera emprendido la huida. Sin embargo, pensó en las pruebas que dejaría tras de sí... huellas dactilares, una pisada o quizá incluso un testigo. Durante más de una semana, mantuvo el asesinato dentro de su propia cabeza hasta que algo le hizo estallar.