Charles Lindbergh: Biografía religiosa del piloto más infame de América

Título original:

Charles Lindbergh: A Religious Biography of America's Most Infamous Pilot

Contenido del libro:

La vida de Charles Lindbergh ha sido tan variada y compleja como él mismo. El que fuera más conocido como aviador -el primero en realizar un vuelo transatlántico en solitario sin escalas- se ha visto desde entonces cada vez más identificado con sus simpatías por la supremacía blanca, la eugenesia y el régimen nazi en Alemania. La vida espiritual de Lindbergh es un tema poco explorado. ¿Qué creencias impulsaron las contradicciones de este icono del siglo XX?

Apóstol del progreso tecnológico que encontró a Dios en los páramos que trataba de proteger, opositor antisemita a la intervención de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial que hizo inscribir una escritura judía en su lápida y crítico del cristianismo que admiraba a Cristo, Lindbergh desafía las categorías convencionales. Pero, sin duda, la espiritualidad le importaba mucho. Influido por su esposa, Anne Morrow Lindbergh -una "presbiteriana caduca" que anhelaba vivir "en gracia"- y amigos como Alexis Carrel (cirujano ganador del Premio Nobel, eugenista y místico católico) y Jim Newton (empresario evangélico), pasó gran parte de su vida adulta reflexionando sobre la mortalidad, la divinidad y la metafísica. En esta breve biografía, Christopher Gehrz representa a Lindbergh tal como era, ni adepto ni ateo, un estudio de caso histórico de un fenómeno contemporáneo cada vez más familiar: el "espiritual pero no religioso".

A pesar de su sincera curiosidad, Lindbergh no estuvo dispuesto durante toda su vida a someterse a ninguna autoridad espiritual más allá de sí mismo y, en última instancia, rechazó la influencia ordenadora de la Iglesia, la tradición, las escrituras o los credos. Al final, el hombre que voló en solitario a través del Atlántico insistió en trazar su propio camino espiritual, recurriendo a múltiples fuentes de tal forma que satisfacía su hambre espiritual pero dejaba sin cuestionar algunas de sus convicciones más crueles.