Atomic Blackmail?: The Weaponisation of Nuclear Facilities During the Russia-Ukraine War
En ¿Chantaje atómico? Simon Bennett examina la posibilidad muy real del "armamentismo" de las instalaciones nucleares durante la guerra entre Rusia y Ucrania. La guerra se libra cerca de instalaciones y centrales nucleares en funcionamiento, como la central nuclear de Zaporizhzhia, de seis reactores, la mayor de Europa, y la central nuclear de Chernóbil, de cuatro reactores, que en 1986 sufrió un fallo catastrófico que liberó contaminación radiactiva en gran parte de Europa.
En 1985, el experto en asuntos exteriores y nucleares Bennett Ramberg publicó Nuclear Power Plants: An Unrecognised Military Peril. En su visionario discurso, Ramberg postulaba que en futuras guerras, regionales o mundiales, las instalaciones y centrales nucleares podrían convertirse en armas para ganar tracción política sobre un oponente y neutralizar la capacidad de maniobra de las fuerzas contrarias en el campo de batalla. Si bien, en el momento de escribir Chantaje atómico, ninguno de los quince reactores ucranianos había resultado dañado en un intercambio de disparos, sigue existiendo la posibilidad de que esto ocurra durante las ofensivas ucranianas de 2023, y posteriores, para expulsar a las fuerzas rusas del territorio soberano ucraniano.
Aunque la visión de pesadilla de Ramberg de las centrales nucleares destruidas que hacen inhabitable un país no se ha hecho realidad todavía en la guerra entre Rusia y Ucrania, cuanto más largo e intenso sea el conflicto, mayor será la probabilidad de que una o más de las centrales nucleares ucranianas resulten dañadas o, mediante una amenaza creíble de sabotaje, se utilicen para obtener una ventaja táctica o estratégica. Por último, el chantaje atómico.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)