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Canterbury Cathedral, Trinity Chapel: The Archaeology of the Mosaic Pavement and Setting of the Shrine of St Thomas Becket
La catedral de Canterbury posee un pavimento de mosaico de mármol único, de principios del siglo XII, que ha intrigado durante mucho tiempo a los eruditos y ha sido objeto de especulación y debate. Forma parte del suelo de la capilla de la Trinidad, adyacente al lugar donde se encontraba el santuario de Santo Tomás Becket antes de la Reforma. Dado que el mosaico es más antiguo que la propia capilla y destruyó en parte un pavimento de redondeles figurativos, colocado hacia 1215, debió de ser trasladado aquí desde otro lugar de la catedral. Este volumen explora la historia y la arqueología de la capilla de la Trinidad, el pavimento y los restos físicos del culto a Becket, basándose en gran medida en pruebas hasta ahora no registradas e inéditas.
A principios del siglo XII, el arzobispo Anselmo reconstruyó el brazo oriental de la catedral, introduciendo elementos arquitectónicos de su Italia natal, entre los que se incluía un magnífico pavimento de mosaico, compuesto por los mármoles más caros, que yacía frente al altar mayor. En 1170, el arzobispo Becket fue asesinado en la catedral, y su cuerpo descansó toda la noche sobre el pavimento antes de ser enterrado en la cripta. Tomás fue venerado inmediatamente como mártir, y en 1173 fue canonizado por el Papa; sobre su tumba se erigió un sencillo santuario. Al año siguiente, un incendio (provocado) destruyó el brazo oriental de la catedral, lo que precipitó la construcción de las actuales capillas de la Trinidad y de la Corona, donde se consagraron los restos de Santo Tomás.
Tras décadas de retrasos y luchas políticas, la consagración tuvo lugar en 1220, en presencia de Enrique III. El santuario constaba de una gran mesa de mármol, apoyada en seis grupos de columnas. Encima de la mesa había un sarcófago de mármol que contenía el cuerpo del santo en un ataúd de madera atado con hierro, sobre el que se levantaba el suntuoso feretorio, un "techo" de madera a dos aguas, chapado con láminas de oro y adornado con joyas. Al este del santuario se encuentra la pequeña capilla Corona, en la que un fragmento del cráneo de Becket fue encerrado por separado en un "relicario de cabeza", y al oeste se pavimentó una amplia zona con cuarenta y ocho redondeles figurativos de piedra, creados por artesanos franceses. Alrededor, unas vidrieras muestran los primeros milagros de Becket.
La disposición de la capilla de la Trinidad sufrió transmutaciones, la primera hacia 1230, cuando el pavimento de mosaico se retiró del antiguo presbiterio, se redujo de tamaño y se volvió a colocar delante del santuario de Becket, donde se encuentra hoy. En segundo lugar, la capilla fue reordenada hacia 1290, cuando se amplió el podio que albergaba el santuario y se reconfiguró el pavimento que lo rodeaba. En las capillas se instalaron tumbas medievales, entre ellas las del Príncipe Negro y Enrique IV. El final llegó en 1538, cuando Enrique VIII ordenó la destrucción completa de los santuarios de Becket, pero quedaron muchas pruebas arqueológicas en los suelos, paredes y algunos fragmentos supervivientes de los santuarios, todos ellos registrados y comentados ahora en este volumen por primera vez.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)