Catálogo de las estatuillas de bronce sardas, etruscas e itálicas del Museo Nacional de Dinamarca

Título original:

Catalogue of the Sardinian, Etruscan and Italic Bronze Statuettes in the Danish National Museum

Contenido del libro:

En el primer milenio a.C., la actual Italia estaba habitada por muchos grupos étnicos diferentes, la mayoría de los cuales hablaba una lengua afín al latín. Cerdeña, una gran isla situada al oeste del continente italiano, tenía una cultura caracterizada por los nuraghs, una especie de enormes torres de piedra, presumiblemente con fines defensivos.

Numerosos hallazgos de estatuillas de bronce de guerreros muestran la preocupación de la población por protegerse de los agresores, también con el apoyo divino asegurado por impresionantes sacerdotisas. Sin embargo, los vecinos más cercanos de Roma por el norte eran los etruscos, que hablaban una lengua muy diferente a la de cualquier otro pueblo de Italia. Durante un largo periodo, los reyes etruscos gobernaron a los romanos, quienes, sin embargo, se liberaron de los extranjeros y, a la inversa, empezaron a conquistar su territorio.

Poco a poco, desde el siglo VI a.C. hasta aproximadamente el 100 a.C., los romanos llegaron a dominar a los etruscos, así como a los grupos étnicos que llamamos itálicos.

Pero, aparte del conflicto militar, del que los romanos salieron victoriosos, en muchos aspectos se vieron influidos por los etruscos, cuyo predominio en el campo de la religión y el arte admiraban. De hecho, acogieron con agrado el intercambio cultural. Un ejemplo llamativo es que los romanos invitaron a un famoso artista etrusco a decorar su templo más importante, dedicado a Júpiter, en el Capitolio.

La excelencia etrusca en la fundición de bronce ha dejado un rico patrimonio de esculturas en bronce. Las estatuas y estatuillas se utilizaban como regalos para los dioses en los santuarios tanto de Etruria como de Roma, así como en muchas otras partes de Italia.