Campus God: An Enemies-to-Lovers Sports Romance

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Contenido del libro:

Hará lo que sea para tenerla, aunque eso signifique romper el código de su hermano.

De la autora Jennifer Sucevic, superventas del USA Today, llega el siguiente y sexy libro independiente de la serie Campus.

Crosby Rhodes es considerado un dios en lo que respecta al fútbol americano de los Western Wildcats.

¿Y quién sabe?

Quizá lo sea de verdad. Desde luego, no faltan chicas en el campus que están de acuerdo con ese sentimiento. Se desmayan por su cara bonita, su pelo oscuro y desordenado, y su cuerpo duro perfeccionado tras años de levantamiento de pesas y entrenamientos dos veces al día. Sólo por eso, ya es una presa fácil para la especie femenina.

Si a eso le añadimos un anillo en el labio y un carácter hosco, entenderemos por qué tanto alboroto.

¿Me incluiría yo en esa mayoría?

Por supuesto que no.

Por lo que a mí respecta, Crosby puede comer mierda y morir. El tipo es un gran idiota. Por no mencionar, un dolor en mis activos. Y eso es decirlo amablemente. Por razones que nunca he entendido, se desvive por humillarme y herirme. Sus comentarios punzantes son siempre un golpe directo antes de explotar en el impacto.

Me encantaría saber qué hice para provocar tanto odio, pero eso implicaría conversar con él y me niego a hacerlo. Sólo queda un semestre antes de la graduación. Seguro que podemos pasar los próximos seis meses sin llegar a las manos.

Esa es la esperanza.

Por eso me sorprende que mi némesis me llame la atención y me proponga una tregua. ¿Tengo que confiar en él después de todo lo que me ha hecho pasar?

No. Por el momento, acepto para que vuelva a haber paz en el reino, pero manteniéndolo a distancia. Pero eso es imposible. Dondequiera que voy, allí está él. Es como si no pudiera alejarme de él. Más sorprendente que eso, es que en realidad está siendo amable.

Si antes era difícil eliminar la atracción subyacente que surge constantemente entre nosotros, ahora es casi imposible. Pero eso es exactamente lo que voy a hacer. Me he quemado con un atleta, me niego a permitir que vuelva a suceder.