Fields of Being
No somos ni el cuerpo ni la mente que sostienen las enseñanzas espirituales, sino la conciencia que reside en nuestro interior. La conciencia para la que el cuerpo, el cerebro y las facultades que lo acompañan sirven de vehículo de transmisión y que creemos conocer como el centro egoico de nuestra conciencia.
Pero en realidad, ese territorio familiar es simplemente la cáscara externa de nuestro ser que responde al entorno circundante. La conciencia más profunda, nuestra conciencia espiritual interior es lo eterno dentro de nosotros, el aspecto inmortal de nuestro ser que debemos aprender consciente y continuamente a cultivar, activar y expandir.
Debemos hacer surgir aquello que ya está dentro de nosotros y que tan desesperadamente anhelamos. La salvación de nuestros asuntos terrenales, de las preocupaciones, deberes y responsabilidades que nos arrastran lejos de la autorrealización y ocultan la luz del autorreconocimiento.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)