Puntuación:
Las reseñas del libro sobre Calvin Coolidge presentan una mezcla de perspectivas positivas y negativas. Muchos lectores aprecian la narrativa bien escrita y atractiva que profundiza en el carácter de Coolidge, su gobierno y el contexto de su presidencia durante los locos años veinte. Sin embargo, algunas críticas señalan que el libro carece de profundidad a la hora de cubrir acontecimientos significativos de la administración de Coolidge y representa una visión sesgada de su legado.
Ventajas:Buena caracterización de Coolidge como presidente reservado y humilde. El libro está bien escrito, es atractivo y ofrece una visión equilibrada de su presidencia dentro del contexto histórico. Explora el uso innovador que Coolidge hizo de los medios de comunicación para conectar con el público y presenta una visión comprensiva que contrasta con las percepciones contemporáneas. Es una buena introducción para los lectores que no estén familiarizados con Coolidge.
Desventajas:Muchos críticos opinan que al libro le falta profundidad y detalle en aspectos importantes de la presidencia de Coolidge. Algunos lo critican por ser demasiado superficial y centrarse en temas limitados omitiendo acontecimientos significativos. Preocupa el sesgo del autor en contra de los valores de Coolidge, y algunos lectores lo encuentran decepcionante en comparación con otras biografías de la serie.
(basado en 49 opiniones de lectores)
Calvin Coolidge: The American Presidents Series: The 30th President, 1923-1929
El austero presidente que presidió los locos años veinte y cuyo conservadurismo enmascaraba un enfoque innovador del liderazgo nacional
Se le conocía como «Silent Cal». Calvin Coolidge, abotonado y callado, parecía fuera de lugar como líder de una nación que se lanzaba de cabeza a la era moderna. Sus seis años de mandato fueron una época de flappers, bares clandestinos y auge bursátil, pero se centró en reducir los impuestos, equilibrar el presupuesto federal y promover la productividad empresarial. «El principal negocio del pueblo estadounidense son los negocios», dijo.
Pero Coolidge era algo más que un severo regañón capitalista. Fue el progenitor de un conservadurismo que florecería más tarde en el siglo y un auténtico innovador en el uso de las relaciones públicas y los medios de comunicación. Coolidge trabajó con los mejores relaciones públicas de su época y aprovechó las tecnologías emergentes de los noticiarios y la radio para acercar la presidencia a la vida de los estadounidenses de a pie, un camino que condujo directamente a las «charlas junto al fuego» de FDR y al uso experto de la televisión por Kennedy y Reagan. En un momento de gran agitación, Coolidge encarnó la ambivalencia que sentían muchos de sus compatriotas. Estados Unidos mantuvo «la calma con Coolidge», y él le devolvió el favor.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)