Cacao a medianoche: La verdadera historia de mi tiempo como ama de llaves

Opiniones de los lectores

El libro «Cacao a medianoche» narra la vida de Kathleen Clifford, que trabajó como sirvienta en varias casas adineradas desde principios del siglo XX hasta la década de 1960. Aunque muchos lectores encontraron la historia atractiva e informativa, sobre todo al ilustrar la vida de los criados y sus empleadores, algunos opinaron que le faltaba profundidad en las narraciones personales y las descripciones detalladas.

Los lectores apreciaron el atractivo estilo de escritura, la descripción honesta y directa de la vida como sirvienta y el contexto histórico proporcionado. Para muchos, los relatos de las experiencias de Kathleen resultaron cautivadores, amenos y reveladores, sobre todo para los interesados en la historia británica y en la dinámica «arriba, abajo». El libro se considera de lectura rápida, por lo que es adecuado para lectores reacios.

Algunas reseñas mencionan que el libro parece más un largo artículo de revista que un libro completo. Algunos lectores deseaban descripciones más detalladas e impresiones personales de la propia Kathleen. Además, algunos consideraron que algunas partes de la historia carecían de interés, y otro se mostró decepcionado por la falta de ilustraciones en la versión Kindle.

(basado en 66 opiniones de lectores)

Título original:

Cocoa at Midnight: The Real Story of My Time as a Housekeeper

Contenido del libro:

Kathleen Clifford nació en 1909. Su familia vivía en un minúsculo piso cerca de la estación de Paddington y sus primeros recuerdos eran el olor de los caballos y el estridente silbido de los trenes de vapor.

Para una niña de los suburbios sólo había una opción una vez terminada la escuela: una vida de servicio. En 1925 empezó a trabajar como criada en la cocina de la casa londinense de la familia de Lady Diana Spencer. Allí conoció la propensión del conde a prenderse fuego y los cotilleos de los criados sobre quién se acostaba con quién.

Los Spencer fueron sólo los primeros de una serie de excéntricas familias para las que trabajó durante una carrera que duró más de treinta años y la llevó desde un palacio londinense hasta remotas fincas medievales.

Pero a pesar de las largas horas de trabajo, los mayordomos amorosos y los jefes locos, Kathleen siempre mantuvo el sentido del humor y supo divertirse. En una ocasión casi la pillan en la cama con su novio, que tuvo que saltar por la ventana y correr por el camino en ropa interior para escapar del policía local.

Parte de la serie Vidas de sirvientas. Otros títulos de la serie son: El cuento de la criada, El cuento de la cocinera y Ellas también sirven.