Puntuación:
El libro de Nicola Sly ofrece una interesante perspectiva histórica sobre la delincuencia, pero tiene algunas críticas en cuanto a su enfoque y errores editoriales.
Ventajas:Un estilo de escritura atractivo, una visión histórica detallada sobre los criminales y sus delitos, una experiencia general agradable.
Desventajas:Contiene varios errores editoriales, carece de una cobertura en profundidad de Broadmoor, se basa en informes de oídas, y el título puede inducir a error.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Broadmoor Inmates: True Crime Tales of Life and Death in the Asylum
Reclusos de Broadmoor: True Crime Tales of Life and Death in the Asylum reúne las historias de las personas que murieron en el manicomio Broadmoor Criminal Lunatic Asylum, cada una de las cuales cometió un delito por el que fueron declaradas criminalmente dementes, lo que hizo necesario su confinamiento y contención para su propia protección, así como la del público. Hoy en día, el personal dispone de una amplia gama de herramientas terapéuticas, pero históricamente el único tratamiento que se ofrecía a los pacientes era trabajo, actividades de ocio y abundante aire fresco. Toda la vida humana está aquí: los adictos, los enajenados mentales, los delirantes, los trágicos y los depresivos crónicos y postnatales, hombres y mujeres cuyos actos de locura les llevaron a ser vilipendiados y temidos, pero que a menudo eran tan víctimas de sus propios demonios internos como aquellos a quienes hacían daño.
Además de los asesinos de esposas James Potter y Peter Whittle, entre sus personajes figuran Henry Dommett, James Senior y Mary Ann Parr, cada uno de los cuales mató a sus propios hijos, y Christiana Edmunds, que envenenó a varias personas en Brighton para desviar las sospechas sobre sí misma, después de intentar asesinar a su rival amoroso. Otras viñetas incluyen al pirómano en serie John Green, a la falsificadora Emma Jackson y a James Stevenson y Roderick Edward McClean, que se opusieron a la subida al trono de Su Majestad la Reina Victoria, y el segundo intentó asesinarla. Daniel McNaughten se volvió tan paranoico con los espías "tories" que creía que le seguían constantemente que en 1843 mató a un funcionario, creyendo erróneamente que su víctima era el primer ministro Sir Robert Peel. Tal fue la enajenación mental de McNaughten que su crimen dio lugar a una nueva norma para la definición legal de locura.
Este libro, generosamente ilustrado, resultará de interés para quienes sientan fascinación por los crímenes históricos y por la forma en que la sociedad trató a sus autores.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)