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La autobiografía de Richard Wright «Black Boy» presenta una narración poderosa y evocadora de sus experiencias al crecer como niño negro en el Sur de Jim Crow. El libro es elogiado por su elocuente escritura y la profundidad de sus reflexiones sobre la opresión racial, las luchas por la identidad y la búsqueda de Wright de un significado personal. Muchos lectores consideran que son unas memorias convincentes que reflexionan sobre cuestiones sociales más amplias y sobre la resistencia personal a pesar de enfrentarse a tremendas adversidades.
Ventajas:⬤ Elocuentemente escrito y con una poderosa narrativa.
⬤ Ofrece una visión profunda de la dura realidad de crecer siendo negro en el Sur de Jim Crow.
⬤ Ofrece un relato personal que resulta comprensible y esclarecedor para lectores de todos los orígenes.
⬤ Destaca la importancia de cuestionar la autoridad y buscar la propia identidad en medio de la opresión.
⬤ Tiene una narrativa convincente que mantiene a los lectores atentos y reflexivos.
⬤ Algunos lectores encuentran partes del libro menos atractivas, en particular las últimas secciones sobre su experiencia en Chicago y su participación en el Partido Comunista.
⬤ Algunas críticas apuntan a expresiones emocionales repetitivas que pueden complicar la narración.
⬤ Algunos lectores opinan que los temas de lucha son comunes y podrían dar lugar a una percepción de falta de singularidad en sus experiencias.
⬤ Críticas sobre si las memorias se centran adecuadamente en su vida personal y no en cuestiones sociales más amplias.
(basado en 544 opiniones de lectores)
Las memorias de Richard Wright sobre su infancia como joven negro en el sur estadounidense de los años veinte y treinta son una cruda descripción de la vida afroamericana y una poderosa exploración de la tensión racial.
A los cuatro años, Richard Wright prendió fuego a su casa en un momento de aburrimiento; a los cinco, su padre abandonó a la familia; a los seis, Richard era - temporalmente - alcohólico. Trasladado de un hogar a otro, de una casa de vecindad a un orfanato, de una abuela en Jackson a una tía en Arkansas, a los doce años sólo había recibido un año de educación formal. Fue en los salones, en los patios del ferrocarril y en las calles donde aprendió los hechos de la vida bajo el sometimiento blanco, el miedo, el hambre y el odio, mientras que la larga enfermedad de su madre le enseñaba el sufrimiento.
La misma vigilancia e independencia que le convirtieron en el «chico malo» de su familia y en víctima de interminables palizas también le hicieron perder numerosos trabajos. Poco a poco aprendió a jugar a Jim Crow para sobrevivir en un mundo de hostilidad blanca, satisfaciendo en secreto su ansia de libros y conocimientos hasta que llegó el momento en que pudo seguir su sueño de justicia y oportunidades en el norte.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)