Biopolítica de la ruptura: La escucha militante y el sonido de la vida

Título original:

Shattering Biopolitics: Militant Listening and the Sound of Life

Contenido del libro:

Una llamada perdida. Una palabra mal oída. Un ruido inaudible. Todo esto puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La falta de escucha suele ser la causa de la marginación y exclusión de ciertas formas de vida. La audibilidad decide la habitabilidad. Shattering Biopolitics elabora por primera vez la íntima y compleja relación entre la vida y el sonido en la filosofía europea reciente, así como las apuestas políticas de este enredo.

En ninguna parte es la auralidad más fundamental que en el diálogo entre la teoría biopolítica y la deconstrucción sobre el poder sobre y de la vida. Un examen más detenido de estos debates revela que los principales puntos de controversia giran en torno a las figuras del sonido y la escucha: voces inarticuladas, sonidos sin sentido, ecos resonantes, ritmos sincopados, gritos de animales, campanas y timbres telefónicos.

Shattering Biopolitics pone en escena una serie de «sobreescuchas» entre Jacques Derrida y Giorgio Agamben, que a menudo oyen mal o no oyen en absoluto al intentar oír demasiado. Las nociones de poder y vida se difractan aún más cuando H l ne Cixous, Catherine Malabou y Jean-Luc Nancy se unen a este juego telefónico de alto riesgo. Este carácter autodestructivo de la auralidad se asemeja a la frialdad y al riesgo de la muerte, que hace que la vida sea aún más viva por su incalculabilidad.

El libro se completa con una serie de excursos sobre proyectos de arte sonoro que cuestionan la subordinación y la resistencia de la auralidad al biopoder, desde las asfixias racializadas y el análisis forense de la voz contra los inmigrantes hasta los actos de habla politizados y las prácticas activistas de escucha.

Shattering Biopolitics hace avanzar el floreciente campo de los estudios sonoros con un análisis nuevo y teóricamente sofisticado de las imbricaciones políticas de su objeto de investigación. Por encima de todo, es la capacidad del sonido para hacer añicos la soberanía, como si fuera un cristal hecho para vibrar a su frecuencia natural, lo que le permite amplificar y diseminar un poder de vida que se niega a ser dominado.