Bienaventurados los pacificadores: Pequeñas historias durante la Segunda Guerra Mundial, escritura de cartas y metodología de la historia familiar

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Título original:

Blessed Are the Peacemakers: Small Histories During World War II, Letter Writing, and Family History Methodology

Contenido del libro:

Un relato poco común e íntimo de la vida de dos objetores de conciencia.

En el verano de 2013, Suzanne Kesler Rumsey descubrió cientos de cartas intercambiadas entre sus difuntos abuelos, Miriam y Benjamin Kesler. Las cartas, escritas entre 1941 y 1946, estaban llenas de sentimientos típicos de tiempos de guerra: amor y añoranza, angustia por estar separados, incertidumbre sobre la guerra y el futuro del país, e intentos de humor para mantener el ánimo. Lo inusual de su historia es que Ben Kesler no escribía desde un teatro de guerra. Por el contrario, Ben, miembro de la Iglesia de los Hermanos Dunkard, era objetor de conciencia. Él, junto con unos 12.000 hombres más, optó por alistarse en el Servicio Público Civil (SPC) y contribuir a "trabajos de importancia nacional" en uno de los 218 campamentos del SPC repartidos por todo el país.

En Blessed Are the Peacemakers: Small Histories during World War II, Letter Writing, and Family History Methodology, Rumsey ha extraído no sólo las cartas de sus abuelos, sino también investigaciones de archivo sobre los campos de los SPC y datos históricos de varios archivos menonitas y de los Hermanos para recuperar la narración del servicio de Ben en dos campos diferentes y de la lucha de Miriam por mantenerse económicamente a sí misma y a su marido a la temprana edad de diecisiete años. La vida de Ben y Miriam durante la guerra fue extraordinariamente ordinaria, abarcando seis años de trabajo humilde y no reconocido para su país. Ben no recibía compensación por su trabajo en los campos, y Miriam se quedaba en casa y trabajaba como jornalera, como criada interna, como peón agrícola y en la carnicería familiar para ganar el dinero suficiente para mantenerlos a ambos. Según Rumsey, las pequeñas historias como la de sus abuelos ofrecen una perspectiva única de momentos políticos e históricos significativos.

Blessed Are the Peacemakers explora también las funciones retóricas de la escritura epistolar, así como la metodología de la redacción de la historia familiar. Las cartas de Ben y Miriam proporcionan un telón de fondo adecuado para examinar el género, un modo de alfabetización relativamente poco estudiado. Rumsey sitúa la correspondencia de la joven pareja dentro del ars dictaminis, el arte de escribir cartas, aportando nuevas perspectivas sobre el género y sobre cómo los relatos personales conforman nuestra comprensión de los acontecimientos históricos.