Batallas electorales: La historia de las elecciones disputadas en Estados Unidos

Título original:

Ballot Battles: The History of Disputed Elections in the United States

Contenido del libro:

La carrera presidencial de 2000 dio lugar a la batalla electoral de mayor repercusión en más de un siglo. Pero dista mucho de ser la única elección estadounidense determinada por un puñado de votos y empañada por denuncias de fraude. Desde la fundación de la nación, la violencia ha estallado con frecuencia durante el recuento de los votos, y no pocas elecciones han arrojado resultados manifiestamente injustos. A pesar de que Estados Unidos presume de ser la mayor democracia del mundo, su adhesión a los principios básicos de las elecciones democráticas -la capacidad de contar los votos con precisión y equidad incluso cuando hay mucho en juego- siempre ha sido inestable. Unas elecciones a gobernador amañadas en Nueva York en 1792 estuvieron a punto de acabar con llamamientos a una nueva revolución, y unas elecciones a gobernador en 1899 acabaron en asesinato. Aunque la frecuencia de los actos violentos ha disminuido en el último siglo, la imparcialidad y la precisión en el recuento de votos sigue siendo un problema básico en la vida política estadounidense.

En Ballot Battles, Edward Foley presenta una amplia historia de las controversias electorales en Estados Unidos, trazando cómo su evolución generó precedentes legales que finalmente transformaron la forma en que determinamos quién gana y quién pierde. Mientras teje una narración que abarca más de dos siglos, Foley vuelve una y otra vez a un hecho originario: como los Padres Fundadores despreciaban los partidos y nunca previeron la aparición de un sistema de partidos, redactaron una constitución que no ofrecía soluciones claras para unas elecciones de alto riesgo y muy disputadas en las que dos partidos pudieran aunar recursos uno contra otro. Además, en el sistema político estadounidense que se ha desarrollado, los políticos están en deuda con los partidos a los que representan, y los cargos electos suelen tener una influencia desproporcionada a la hora de determinar los resultados de unas elecciones muy reñidas que implican recuentos. Este problema estructural subyacente, más que cualquier otra cosa, explica por qué las intensas batallas electorales que dejan a una de las partes sintiéndose agraviada seguirán produciéndose en un futuro previsible.

La democracia estadounidense ha mejorado espectacularmente en los dos últimos siglos. Pero no puede decirse lo mismo de la forma en que determinamos quién gana las contiendas muy reñidas. Desde la fundación hasta hoy, se ha avanzado poco en la solución del problema. De hecho, a los partidarios de John Jay en 1792 y a los detractores de Lyndon Johnson en las elecciones al Senado por Texas de 1948 les resultaría fácil compadecerse de Al Gore tras las elecciones de 2000. Ballot Battles no es sólo la primera crónica completa de las elecciones impugnadas en Estados Unidos. También ofrece una poderosa explicación de por qué el sistema electoral estadounidense ha sido -y sigue siendo- tan ineficaz a la hora de decidir las contiendas más reñidas de un modo que todas las partes estén de acuerdo en que es justo.