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Enough Is Enough
¿Qué hay en la cultura y la estructura del Parlamento que ha permitido que prosperen la violencia y el acoso sexuales? Desde mediados de la década de 1990, el número de mujeres en el Parlamento australiano ha aumentado, pero, por desgracia, siguen sin ser escuchadas. Y, trágicamente, no siempre están a salvo.
Como mujeres, creemos en el poder de la política para hacer el bien, y como feministas reconocemos que la política es poder: obtenerlo, conservarlo y utilizarlo para mejorar la vida de los ciudadanos. Las mujeres que ejercen el poder en el Parlamento, las mujeres que luchan por la igualdad y el fin de la discriminación en nuestro país, han dejado su huella y han provocado el cambio. Pero el problema subyacente de las actitudes de los hombres hacia las mujeres, de los hombres que creen que es su derecho agredir o acosar a las mujeres, sigue existiendo.
Para que esto cambie, los hombres tendrán que renunciar a algunas de las formas perjudiciales en que utilizan el poder, en el parlamento y en nuestra comunidad. Pedimos que las acciones tengan consecuencias y que se ponga fin a la cultura de la impunidad política.
Queremos aprovechar este momento para hacer el trabajo inacabado, para asegurarnos de que las mujeres no sólo están en la sala, sino que están seguras en ella. Decimos basta ya.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)