Baluarte

Título original:

Presidio

Contenido del libro:

«Fluido, mordaz, auténtico, propulsivo... maravillosamente iluminado desde dentro» (Lee Child, The New York Times Book Review), este debut literario aclamado por la crítica y asombrosamente maduro es la historia oscuramente cómica de un ladrón de coches a la fuga en el paisaje arenoso y árido del panhandle tejano de los años setenta.

En este «debut estelar» (Publishers Weekly), el ladrón de coches Troy Falconer regresa a casa tras años de vagabundeo para reunirse con su hermano pequeño, Harlan. Los dos parten en busca de la mujer de Harlan, Bettie, que le ha dejado frío y ha huido con el poco dinero que tenía. Al robar una ranchera para su viaje, Troy y Harlan descubren que han secuestrado accidentalmente a una niña menonita, Martha Zacharias, que duerme en la parte trasera del coche. Pero Martha resulta ser una terca superviviente que se niega a ser enviada a casa, así que juntos, estos improbables compañeros de carretera intentan escapar al azar a través de la frontera mexicana, perseguidos por la policía y el vengativo padre de Martha.

Pero ésta es sólo una parte de la historia de Troy. A través de las anotaciones de su diario que abarcan décadas de una vida que se desmorona, nos enteramos de que Troy se ha alejado tanto de la sociedad que ha rechazado la idea misma de la propiedad personal. En lugar de reclamar posesiones, trabaja en moteles, robando las maletas y los coches de hombres de su tamaño, viviendo con sus cosas hasta que esas cosas se sienten demasiado suyas, momento en el que encuentra otro motel y se desvanece de nuevo en la identidad de otro hombre.

Rica en matices y compleja, «como una muñeca nido, (Presidio) descubre continuamente historias dentro de historias» (Ian Stansel, autor de Los últimos vaqueros de San Gerónimo). Con una trama trepidante, una prosa tan descarnada y austera como el escenario tejano de la novela, y un elenco de personajes decididos pero condenados al fracaso, que van desde estafadores a marginados religiosos, este «libro rico y raro» (Annie Proulx, autora de Barkskins) tiene el efecto de un chupito de whisky. Perfecto para los fans de Cormac McCarthy, Denis Johnson y Larry McMurtry, quien dijo que Kennedy «capta la divertida y trágica implacabilidad de la supervivencia en un lugar implacable». Esperemos que mantenga su frescura novelística y nos traiga mucho, mucho más. »