Balancing Evils Judiciously: Los escritos proesclavistas de Zephaniah Kingsley

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Título original:

Balancing Evils Judiciously: The Proslavery Writings of Zephaniah Kingsley

Contenido del libro:

Por primera vez se reúnen en un volumen todos los escritos proesclavistas -pero también pronegros- de Zephaniah Kingsley (1765-1843). Kingsley era comerciante de esclavos y propietario de una gran plantación cerca de Jacksonville, en lo que entonces era la Florida oriental española. Se casó con una de sus esclavas y tuvo hijos con varias más.

Aunque Kingsley acabó emancipando a todos sus hijos y a sus madres, se alarmó ante el deterioro de la situación de los negros libres después de que Florida se convirtiera en territorio en 1821. Su inusual protesta por el trato que recibían, «Tratado sobre el sistema patriarcal de la sociedad», abogaba por una sociedad de tres castas que separara raza y clase. Preveía una casta amortiguadora de personas libres de color entre los blancos y los negros esclavizados, pero unida a los blancos por intereses económicos. El tratado defendía al mismo tiempo la legitimidad y la necesidad de la esclavitud y atacaba la premisa sureña blanca de la inferioridad abyecta de los negros.

Daniel Stowell reúne cuidadosamente todos los escritos de Kingsley sobre la raza y la esclavitud para iluminar la evolución de su pensamiento. El intrigante texto híbrido de las cuatro ediciones del tratado identifica claramente las diferencias tanto sutiles como sustanciales entre las ediciones. Otros documentos ampliamente anotados muestran cómo la familia interracial de Kingsley y sus experiencias en diversas sociedades esclavistas del Caribe y Sudamérica influyeron en su pensamiento sobre la raza, la clase y la esclavitud.

Desesperado por no poder cambiar nunca los patrones esclavistas de Florida, Kingsley finalmente instaló a sus hijos mestizos y a varios de sus esclavos en Haití; sin embargo, dejó atrás a más de 80 de sus esclavos para que trabajaran en sus plantaciones de Florida. A su muerte, estos afroamericanos permanecieron en la esclavitud, víctimas desafortunadas del endurecimiento de las actitudes raciales estadounidenses y del esfuerzo de Kingsley por «equilibrar los males juiciosamente».