Balada de Swift River

Título original:

Swift River Ballad

Contenido del libro:

Thomas DeFreitas da voz a su propio asombro y adoración en esta colección que nos muestra "una metafísica / Somerville, / donde las palomas / recitan las escrituras". Los poemas son plegarias de alegría y anhelo, donde el poeta sueña con "bailarinas de limbos de verano", "la Armería" y "un lago de gracia". Conozco los lugares a los que nos lleva DeFreitas, pero en sus poemas me recibe "con una loca mancha / de canción". Su ciudad -con sus iglesias y sótanos- se transforma en un "santuario más venerable que este gris", y está "adornada con una enredadera de flores". Los poemas de Swift River Ballad se deleitan con las palabras, con "vergüenza y rosas, bochorno y lirios". Volveré a este lugar, "a thole, a muddle through, a thrive".

-Jennifer Martelli, autora de La reina de Queens.

Alegría es lo que nos trae Thomas DeFreitas con Swift River Ballad: devoción profunda, espiritualidad basada en los hechos ordinarios de la Creación. Ya sea en sus homenajes a la amistad ("Her Mind, Her Heart"), en una celebración onírica de Somerville, Massachusetts, o en la sensibilidad que ve "hearth-gather, harvest-hoard, cider-huddle" en el ocaso de noviembre, el poeta pone barro entre los dedos de los pies de las Grandes Materias de la mortalidad. Este sentimiento festivo no le ha resultado fácil, como vemos en el poema que da título al libro y en otros como "She, Barkeep, to Him, Barfly". Si nos dice, notablemente, que no "aprueba la muerte / a menos que sea sensual", tenemos que imaginar que la aprobará y debe aprobarla cuando se den las condiciones adecuadas. Consideremos esto, y luego volvamos al regocijo de "Mi vientre"-"católico y amplio... valiente con ampulosidad". Dejemos que DeFreitas nos recuerde que la golondrina que pasa por encima de nuestras cabezas ha venido de todas partes.

-David P. Miller, autor de Bend in the Stair.

Swift River Ballad sabe dónde se encuentra. Como un río, fluye, a veces rápido y otras lento. Recuerda a los que vinieron antes, personas públicas y privadas, rindiendo a cada uno el homenaje que sólo un río puede rendir; DeFreitas es generoso en su extensión y profundo en su alcance. Esta colección recorre el paisaje de una vida, desde los bares de mala muerte hasta los sótanos de las iglesias, desde "Sweet Caroline" hasta los cistercienses, desde Andy's Diner hasta Cooke's Hollow. En cada lectura, encontrará algún lugar nuevo donde detenerse, algún nuevo giro en el giro, alguna nueva delicia que descubrir, algún recuerdo que sube a la superficie, recuperado.

-Christie Towers, autora de Y otra vez oí las estrellas.