Bajo la luna de la pradera

Título original:

Under a Prairie Moon

Contenido del libro:

En Under a Prairie Moon, Susie Niedermeyer no observa el mundo natural, sino que lo experimenta fluyendo a través de sí misma. Con una voz poética que es a la vez realista y visionaria, explora paisajes interiores y exteriores que se entrecruzan y se dan forma mutuamente.

Muchos de estos poemas se basan en la observación minuciosa y delicada de la vida vegetal y animal del medio oeste rural y están animados por la aguda sensibilidad de la poeta hacia la vida interior y exterior. Estos poemas llevan el peso y la sabiduría de la experiencia vivida: cómo los recuerdos se acumulan en las vidas individuales y proyectan sus sombras sobre el presente; cómo la iluminación y la comprensión pueden llegar de repente, en un momento. Son poemas de promesa y arrepentimiento, de realización y pérdida, de amor y añoranza, escritos por un poeta que sabe que "De todos nuestros momentos algo / debe quedar" ("Advenimiento del otoño") y, sin embargo, también que la tierra sigue "enorme contra la pequeñez / de nuestro paso" ("Amigo").

Hay aquí momentos especiales en los que el ser individual se expande y no hay separación entre observador y observado, ya sea bajo la inmensidad de un cielo nocturno o al borde de las aguas, o en momentos en los que el poeta cae "profundamente en la quietud de los árboles" ("Hogar") o sabe que dentro de todas las cosas hay una luz refulgente. Hay aquí reminiscencias de Mary Oliver y Denise Levertov; estos poemas hablan suavemente, con una fina inteligencia, de una vida reflexionada por una mujer que puede sentir, en una tarde de invierno, "el cuerpo de la tierra / convirtiéndose en mi cuerpo, lleno / de estrellas silenciosas y nieve" ("Visión nocturna"). - Bryan Aubrey, Ph.

D. Autor de Watchmen of Eternity: Blake's Debt to Jacob Boehme Aquí están las feroces verdades del amor, y el dolor salvado por la belleza. Lee estos poemas si estás dispuesto a que te sacudan, a que se te erice el vello de los brazos, a sentir cómo se te desorbitan los ojos una y otra vez.

Los poemas no me abandonan cuando dejo el libro. -Diane Cooledge Porter, escritora de naturaleza, ornitóloga.