Bailando el vals con el fantasma de Tom Joad: Pobreza, mito y mano de obra barata en Oklahoma

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Título original:

Waltzing with the Ghost of Tom Joad: Poverty, Myth, and Low-Wage Labor in Oklahoma

Contenido del libro:

En Oklahoma, octavo estado más pobre del país, la pobreza es un problema social acuciante. Aun así, Waltzing with the Ghost of Tom Joad, de Robert Lee Maril, es el primer análisis exhaustivo de la pobreza en el estado.

Combinando hábilmente la etnografía con el análisis estadístico, Maril retrata la vida de los habitantes de Oklahoma afectados por la pobreza, muchos de ellos niños, minorías y ancianos. Explorando los mitos sobre los pobres y discutiendo los hechos que subyacen a estos mitos, Maril analiza las causas reales de la pobreza en el estado, especialmente el trabajo mal pagado. Concluye presentando un programa de políticas públicas que beneficiaría directamente a los pobres y, al hacerlo, mejoraría la vida de todos los habitantes de Oklahoma.

Del prólogo de Robert McCormick:

¿Por qué mis abuelos y muchos habitantes de Oklahoma de su generación salieron de la pobreza y muchos otros no? Las razones no están claras. Tampoco tenemos explicaciones fáciles para los habitantes actuales de Oklahoma que luchan por lo mismo. El convincente relato de Robert Lee Maril muestra la difícil situación de cientos de miles de personas que siguen siendo pobres a pesar de que las condiciones en el estado han mejorado enormemente. Culpar a la víctima no es una opción para los oklahomanos inteligentes y solidarios. La pregunta que se nos plantea hoy es: ¿qué vamos a hacer como ciudadanos para reducir el nivel de pobreza en nuestro estado? Desde mi posición ventajosa como alguien que ha luchado por aumentar las oportunidades de los habitantes de Oklahoma. He visto un hilo común que recorre historia tras historia de individuos que pasan de la pobreza a la prosperidad: ese hilo es el acceso a la educación y el apoyo a la misma. Las desigualdades inherentes a los antecedentes económicos y familiares suelen disiparse ante las puertas que la educación abre de forma rutinaria. Al leer los relatos del Dr. Maril sobre los habitantes de Oklahoma en situación de pobreza, uno se pregunta cuán diferentes habrían sido sus historias si alguien se hubiera preocupado de que su condición subyacente de pobreza no interfiriera en su oportunidad de obtener una educación.